1. anima


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: ANTONIO, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... ya estaba erecto, comencé a tocarlo, él me miraba y me sonría, con suavidad fue bajando mi pantalón corto y luego el calzoncillo, quedé desnudo sobre la camilla, él miraba mi miembro, se acercó más hacia mí, mientras yo me pajeaba, sin poder ni querer detenerlo mi entrenador bajó su cabeza hasta meterla entre mis piernas, sentí su boca húmeda, su lengua abrazar mi verga. Estaba confundido, por una parte quería irme de ahí, pero ese gustito que sentía en mi cuerpo y que aumentaba me impedían hacer otra cosa que dejarme llevar por aquel placer.
    Estuvo un rato moviendo su cabeza y su boca apresaba completamente mi tronco hasta la raíz, estaba empapado en jugo mezcla de su saliva y mi líquido seminal, no aguanté más y me corrí dentro de su boca, pude escuchar como tragaba todo mi semen y luego su lengua recogía lo que se había escurrido.  Recuperé mis sentidos y no sé como, pero rápidamente me puse la ropa y salí corriendo de ahí. 
    Pensé por un instante en contarle a mis padres lo sucedido, para que despidieran al entrenador, pero la verdad era que me había gustado mucho lo sucedido. Seguí yendo a jugar futbol, pero evitaba estar cerca del entrenador o conversar con él, cada vez que terminaba el entrenamiento tomaba mis cosas y me marchaba a prisa, mis padres felizmente no sospecharon nada y todo siguió aparentemente normal.
    En mi mente no dejaba de recordar aquel suceso con el entrenador, mis pajas aumentaron, y las imágenes en mi mente cada vez que me pajeaba ya no eran de ...
    ... mi prima u otra niña, sino de mi entrenador chupando mi pene hasta hacerme correrme. 
    Se presentó la oportunidad de ir a jugar a otra ciudad con un equipo importante, el equipo contaba conmigo, pero yo tenía mis dudas, mis padres no se oponían, aunque me acompañarían hasta inspeccionar donde me alojaría y luego se volverían a nuestra ciudad. Nos quedaríamos todo el fin de semana, aunque el partido era el viernes, sábado y domingo recorreríamos la ciudad. 
    Mis padres conversaron con mi entrenador, confiaban plenamente en él, todos los padres confiaban en él, lo tenían por un hombre intachable y muy preocupado por sus hijos.
    Fue un partido duro, pero finalmente logramos vencerlos por dos goles a cero, tuve la oportunidad de lucirme porque marqué uno de los goles, mis padres estaban felices cuando se fueron a nuestra ciudad. Después de celebrar un rato, nos fuimos a dormir. Yo dormía en una habitación compartida con dos compañeros más, me sentí aliviado, por un momento pensé que si dormía solo podría entrar el entrenador. Nos retiramos a dormir, sin embargo no podía hacerlo, la calentura que me venía por las noches no me permitía dormir, necesitaba descargarme. No soporté más el hambre sexual y me levanté despacio para ir al baño y al menos masturbarme una vez ahí. Iba en calzoncillos por el pasillo hacia el baño, tapaba mi erección con las manos para que si me encontraba con alguien no se diera cuenta. Estaba por llegar al baño cuando siento a mi espalda que me llaman en voz ...