1. Sombras de Deseo": Pasiones Prohibidas Capitulo 13


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Sexo Duro Tus Relatos Autor: SeducciónLiteraria, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... sensaciones que la consume.
    Con una sonrisa maliciosa en el rostro, Juan continúa su embestida con aún más ferocidad, observando con satisfacción cómo Dixie se encuentra perdida en un torbellino de sensaciones. Cada movimiento de su cuerpo refleja la intensidad del castigo que está recibiendo, y Juan se regodea en el control que tiene sobre ella en ese momento. Su sonrisa revela un placer retorcido mientras disfruta de la sumisión total de Dixie y la sensación de poder que le otorga.
    Con una expresión de malicia en su rostro, Juan se abalanza sobre las voluptuosas tetas de Dixie con ferocidad, lamiéndolas con voracidad y devorándolas con pasión. Una de sus manos se aferra con fuerza a la suavidad de sus pechos, mientras la otra continúa con sus embestidas implacables. Las tetas de Dixie son tan grandes que podrían asfixiar a un hombre menos experimentado, pero Juan las acaricia y chupa con confianza y determinación. Su sonrisa se ensancha aún más al sentir cómo se retuerce Dixie bajo su dominio, disfrutando del control absoluto que tiene sobre ella en ese momento.
    A pesar de sus intentos débiles y sin fuerza, Dixie trata de apartar a Juan de sus tetas, pero él persiste en su voraz devoción, aferrándose a ellas con determinación y pasión. Sus labios y lengua continúan explorando cada centímetro de su suave piel, enviando oleadas de placer a través del cuerpo de Dixie a pesar de sus esfuerzos por resistir. Aunque sus movimientos son débiles, la ferocidad con la que Juan ...
    ... continúa chupando y lamiendo sus pezones la deja indefensa, atrapada en un torbellino de sensaciones que la sumergen aún más en la lujuria y la sumisión.
    Con una sonrisa de satisfacción y malicia, Juan observa a Dixie caer exhausta al suelo como una muñeca de trapo, completamente rendida por la intensidad de la experiencia. Su cuerpo yace allí, cubierto de semen en su coño y sus tetas empapadas de saliva, una evidencia tangible de su sometimiento y entrega total. Mientras Dixie descansa en el suelo, agotada y vulnerable, Juan camina alrededor de ella con indiferencia, como si fuera simplemente un objeto descartado en el campo, su presencia no más que un eco de la pasión que acaba de consumirlos.
    Juan se acerca lentamente a Dixie, notando un brillo húmedo en sus ojos. Observa con atención mientras una lágrima solitaria recorre su mejilla. Un destello de sorpresa cruza su rostro, seguido de una chispa de compasión.
    "¿Has llorado?", pregunta Juan con una mezcla de asombro y preocupación en su voz, sintiendo un destello de empatía hacia la esclava que yace ante él, vulnerable y deshecha.
    Juan observa a Dixie con un gesto de confusión y desconcierto, incapaz de comprender completamente la situación. Para él, la idea de que una esclava llore parece ser un concepto ajeno y desconcertante. Sin embargo, a pesar de su falta de comprensión, se siente impulsado por un instinto de protección hacia ella.
    Con movimientos cuidadosos y decididos, recoge parte de su ropa y la envuelve ...
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