1. Mi mejor pariente


    Fecha: 31/03/2018, Categorías: Grandes Relatos, Primera Vez Autor: Freddy poeta, Fuente: CuentoRelatos

    ... pene grande... ayyy... mmmm... -decía mientras se empezaba a soltar ella. Sus ternura era increíble, motivaba a que yo empezara a querer darle más y más, su vagina era tan suave y estrecha que no dejaba yo de llenarla de semen, era como si me estuviera dando la paja diez veces por minuto, ella no se daba cuenta de que fácilmente quedaría embarazada, a mí me valía verga todo, yo quería tenerla a ella para siempre, su interior de ella era lo mejor que sentí en mi vida, aquellas piernas con esas sandalias que decían penétrame más y más, ella quería tenerla más adentro, me pareció masoquista pero a la vez fantástico, ella quería más, pero gritaba más. -Uhmmmm... ¿Quién es tu diosaaa?... Dame más cariño... soy tuya... hummm... te gusta mi vagina... quiero más... soy tuya bebé... -gemía ella aprisionándome con sus piernas. Yo le tocaba todo el cuerpo, sentía su erguida espalda, contornearse a mis movimientos, me abrazaba la nuca, y le devoraba el cuello, sin dejar de meterle, le saque su faldita como una blusa, y la deje desnuda, tenía una piel suave, su cuerpo se acopló al mío, aquellos senos eran mejor libres sobre mi pecho, yo me venía dentro de ella, pero eso no le preocupaba. Se sacó mi pene, me sentó al borde de la cama, y ella se sentó sobre mí, quedando yo como una silla, la penetración fue más profunda, ella tembló un poco al metérsela, le ...
    ... era difícil, pero de un sentonaso se la introdujo. -Uhmmmm... que ricoo... -gimió sentada sobre mí. La podía sentir mejor, sus nalgas empezaron a aplaudir por cada bombeada que le daba, le dolía mucho más a ella, yo la tomaba de los pechos para asegurarla, ella saltaba sobre mí y se torturaba. -Ayyy… ayyy… ayyy… que bien lo haces amor... -dijo metiéndose mis dedos a su boca. Me vine por doceava vez, su vagina estaba súper mojada, ella seguía pidiendo más, se paró y se puso de perrita en la cama, tenía un culaso, su ano me pedía ser penetrado con la forma de un asterisco, pero eso era para otra oportunidad, hoy ella iba a ser mía, le abrí las piernas, ella agachada, le meto el pene en la vagina, era muy buena con sus movimientos, pero yo ya estaba tan excitado, que empecé a moverme más rápido, ella se retorcía, pero ya era tarde. -Uhmm... hummm... sácalo... Me orino... -decía ella contrayendo su vagina. No pare y de pronto sentí un chorro que mojaba a gran presión, se venía ella como catarata, pero no paraba de penetrarla, ella se retorcía tratando de sacarse el pene, pero me era imposible parar al sentirla empapada de su elixir. -Wao, es lo mejor que he sentido, gracias mi amor, no me importa la gente, tú vas a ser mío cariño -dijo ella al terminar durmiendo conmigo. Su cuerpo era lo mejor del mundo, su delicadeza, sus deseos, no podía creerlo. 
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