1. Obedezco, así soy feliz (y III)


    Fecha: 04/04/2018, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster

    ... atreviéndome a superar mis temores, intentando superar el miedo a la vergüenza y temiendo también no ser encontrada atractiva.La duda se disipa pronto. El hombre más cercano a mí sonríe. Se acomoda en su butaca. Un tirón de la correa y me encuentro arrodillada entre sus piernas. Cuando levanto la cabeza tiene la polla fuera, entre sus manos. Tampoco es necesario que me lo ordene. Simplemente abro la boca y me preparo para recibirla. Se la atrapo con los labios y, una vez dentro, rodeo el capullo con la lengua y succiono. En pocos segundos su polla crece dentro de mí, dura. Entonces empieza a menearse lentamente adelante y atrás y yo trato de acompasarme a su ritmo para que me folle la boca a su gusto. Aprieto fuerte los labios y me concentro para acompañar todo el recorrido de la polla por el interior de mi boca hasta la garganta. El ritmo se hace más intenso. La polla golpea con fuerza, empuja hacia mi garganta que responde aceptándola y haciéndola llegar hasta lo mas profundo. En la sala hay silencio, un silencio que sólo es roto por el sonido de su aliento y por el de mi boca mientras succiona su miembro. Pronto se va a correr. Su cuerpo se tensa, mi boca rodea con fuerza el pene y él emite un sonido ahogado mientras un orgasmo recorre su cuerpo en olas que suben y bajan vaciándose en mi boca. Trago. Mi garganta se convulsiona para tragar cada oleada de semen que se deposita en su interior. Poco a poco se va relajando mientras yo lamo lentamente el glande, chupando el ...
    ... semen que aún queda en el miembro que lentamente se reblandece en mi boca hasta que se desliza fuera dejando una huella húmeda en mi mejilla. El hombre me toma de la barbilla y deposita un beso en mis labios. No puedo sonreír pero estoy contenta, orgullosa de haber servido bien a mi Amo. Me levanto y me dirijo a mi sitio. Me arrodillo y espero.La espera. Ese es uno de los momentos más duros para cualquier esclava. Esperar una orden, una indicación de tus deseos. Querer colmar cualquier deseo tuyo y, sin embargo, esperar, quieta, en silencio.Es increíble. He deseado tanto este momento, mostrarte mi entrega total y tú ni tan siquiera me miras, para ti sólo existe el trabajo. No ocurre lo mismo con tus invitados, ellos no han parado de mirarme.Al fin uno de ellos ha decidido usarme. Usarme. Bonita expresión. Describe muy bien lo que va a ocurrir. No vamos a compartir nada, simplemente va a usarme para su placer. Se levanta y camina a mí alrededor, estudiándome. Un tirón del collar y sé que he de ponerme en pie. Posa sus manos en mis nalgas e inmediatamente separo las piernas. Es increíble, lo he deseado tanto tiempo y ahora está ocurriendo, pero tu no me miras, sigues hablando del trabajo. El hombre que se ha situado tras de mí sigue recorriéndome con sus manos. Uno de sus dedos ha rozado mi clítoris arrancándome un suspiro.Eres una zorra. Has de aprender a controlarte – me dice.Tras esto toma unas esposas y me las pone. Inmediatamente me arrastra hasta el centro de la habitación. ...
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