1. Duro trabajo


    Fecha: 05/04/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    NOTA: Los personajes y los hechos aquí relatados son pura fantasía y en ningún caso son reales. Llevaba trabajando en la misma empresa de publicidad cinco años. Mi compañero Juan y yo formábamos un gran equipo y estábamos contentos con el trabajo que realizábamos, lo único que peor llevábamos era que nuestro jefe era una mujer, y no por el hecho de que fuera mujer, sino porque era más joven que nosotros (28 años) y además era increíblemente atractiva, tanto que más de uno habría ofrecido su empleo solo con la condición de follársela. Era una joven alta y esbelta, con caderas anchas y cintura breve, una larga melena rubia, labios carnosos de los que deseas besar, y unos ojos verdes que cuando te miran parece que te desnudan. Sus pechos son grandes pero proporcionados con el resto del cuerpo, erguidos firmes y duros. Cuando lleva vestidos escotados tu vista se escapa por el canalillo que forman al estar apretados por su sujetador. Su voz cálida y aniñada suena como si estuviera a punto de correrse y eso te deja completamente excitado. Un día estábamos Juan y yo discutiendo en nuestra mesa sobre diferentes proyectos de publicidad cuando ella entró en la oficina y se dirigió hacia donde nos encontrábamos. Llevaba una blusa blanca que dejaba ver su sujetador, una minifalda negra estrecha que casi no la dejaba andar por el peligro de que se le subiera, unas medias negras y zapatos de tacón alto. - Hola chicos. ¿Cómo lleváis la campaña de publicidad sobre ropa interior femenina? - ...
    ... Estamos en ello- dije yo - aunque estamos faltos de ideas. - Bien, entonces os espero hoy a las 19:00 en la sala de juntas. Traed todo el papeleo, vamos a intentar solucionarlo entre todos,...y no hay escusas, quiero veros allí... Dijo esto mientras se alejaba contoneándose y moviendo su trasero al tiempo que su larga melena rubia se levantaba al girar su cabeza. No era la primera vez que nos reuníamos todos los de la oficina para trabajar sobre algún tema. Normalmente cada uno exponía sus ideas y entre todos se sacaba la solución a cualquier problema. Pero lo extraño de esta cita era que solo nos lo había dicho a nosotros y además las siete de la tarde era una hora poco habitual para una reunión. A las siete en punto Juan y yo estábamos en la sala de juntas, era una habitación pequeña con dos ventanas y una gran mesa rectangular rodeada de sillones en el centro. En uno de los extremos de la habitación había una pequeña pizarra llena de garabatos y palabras que sacadas fuera de contexto no decían nada. Poco después entró Tamara, que así se llamaba nuestra jefa, iba vestida igual que por la mañana excepto que llevaba una chaqueta negra que se quitó al entrar. Se sentó en un extremo de la mesa de espaldas a la pizarra, mientras que nosotros lo hicimos a izquierda y derecha de ella en las esquinas de la mesa. - Comencemos - dijo ella - vamos a intentar salir de aquí con la campaña publicitaria de esa ropa terminada. Estuvimos trabajando durante tres horas sin parar, ella hablaba ...
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