1. Apenas sé su nombre


    Fecha: 05/04/2018, Categorías: Confesiones Sexo Oral Autor: Muñequita sexy, Fuente: CuentoRelatos

    Aún era de madrugada y ahí estaba yo, abriéndole la puerta de mi departamento a este hombre que conocía de meses atrás, a ese hombre que insistió hasta que consiguió que le aceptará una cita, a ese hombre que me besó justo antes de despedirse y del que solo seguía conociendo su primer nombre, pero que, después de ese beso, ya lo deseaba con todas mis fuerzas. Lo hice pasar y tan pronto cerré la puerta me tomó entre sus brazos y me besó, fue un beso lento, suave, de esos sensuales que erizan la piel, con sus dos manos sujetaba mi espalda con firmeza pero con una caballerosidad que me derretía, yo por mi parte rodeaba su cuello y nuca con mi brazos subiendo y bajando con caricias, después de que ya me tenía como quería empezó a besar mi oreja y mi cuello, eso me prende rapidísimo y él lo notó por como aceleró mi respiración y mis movimientos y aventuró sus caricias, bajó sus manos a mis caderas y mi trasero, tomaba mi trasero de una manera tan rica, que me erizaba la piel con cada movimiento, aproveche un momento que el apartó su cuerpo del mío para tomarlo de la mano y con la mirada guiarlo a mi sala, me recosté en uno de los sillones, el vino y me besó, acariciando mi seno al mismo tiempo, en este momento, sin que él me lo pidiera me saque la blusa, y el brassiere, él se detuvo frente a mí y me observo, su manera de mirarme es lo que aún hoy, después de 7 años, me sigue derritiendo. Tomó mi seno con su mano y rozó el pezón con la lengua, el contacto húmedo con mi piel ...
    ... excitada fue maravilloso. Este hombre sabía lo que hacía, tomo mis senos de tal manera que los acariciaba, los apretaba, los chupaba, los besaba, me tenía en la gloria y apenas había tocado la mitad de mi cuerpo. Su entre pierna rozaba entre mis piernas con el movimiento, podía sentir su erección y disfrutaba cada roce, yo no sabía pero hoce algo que a él le encanta, le fui desabrochando la camisa, arañando su piel suavemente, una piel, blanca, suave, que invitaba a ser besada, acariciada y me apoderé de ese torso con besos y caricias, no me di cuenta en que momento pero ahora era el, el que estaba recostado y yo sobre él, desabroche su pantalón, y lo baje al igual que su ropa interior tipo bóxer, que impresionada, es una verga riquísima la que vi enfrente de mí, no es enorme, yo diría que tamaño normal, blanca, como el resto de su piel, unas venas ricas (me gusta jugar con ellas con mi lengua y dedos) una cabeza súper bien marcada y rosadita, bello recortado, una cosa rica, obvio y sin pensarlo me la lleve a la boca, primero la lamí, lengüetazos iban y venían de pronto comencé a chuparla, mientras lo miraba que rico sabia, me encantaba, él jugaba con mi cabello, gemía, me pedía que siguiera, yo lamia desde la base hasta la punta, lamia sus testículos, me los metía a la boca, volvía a su verga, lamia la punta, succionaba, acariciaba con mis manos, arriba y abajo, giraba al mismo tiempo hacia un lado y hacia el otro, él estaba gozando, se notaba por sus gemidos, volví a mi boca en su ...
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