1. Mi jefe me hizo aullar de placer


    Fecha: 05/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: realthing31, Fuente: CuentoRelatos

    ... de su chile por mis empapados labios vaginales y vellos hasta que se embarró toda la verga con mis secreciones. Hizo presión y su cabezona tronó al traspasar la entrada de mi vagina, me dolió un poco, pero magistralmente mi jefe me llevó del dolor al placer, metiéndome poco a poco ese animal que tiene por verga. Cuando lo alojó todo dentro de mi pucha, me escurría a través de mis nalguitas miel de lujuria mezclada con algo de sangrita, pues realmente él me había desvirgado; cuando lo notó, me besó tiernamente. Sentía las palpitaciones de su garrote dentro de mi ser, y un suspiro de satisfacción brotó de mis labios al sentirme empalada por completo y saber que había sido capaz de comerme semejante verga. Me cargó sin sacármela y me llevó a un elegante sofá tapizado en piel color negro… Allí me penetró de mil formas hasta que mi panocha se acostumbró a aquella vergota. Sentí riquísimo cuando entraba toda y me causaba un dolorcito que yo lo sentía en el estómago, pero no quería dejar de sentirlo. Cuando me puso de doggy style, abrió mis nalgotas y cuando vio mi culito virgen y apretado, se inclinó y me lo lengüeteó hundiendo su lengua muy ...
    ... profundamente, caricias que por primera vez yo experimentaba; quería ser solo de él y para siempre. Intentó meterme su cabezota, pero se dio cuenta que era imposible, pues yo no estaba preparada para eso. Volvió a metérmela por mi gruta que seguía destilando mis jugos y le pedí que se moviera rápido y enérgico. ¡Ni hablar!, me dio la cogida de mi vida, haciéndome llegar al orgasmo muchas veces, tantas que ni las conté, solo sentí que me desmayaba, así llegó el momento de que él se viniera. Deseaba que me aventara todo su semen dentro de mí y comprobar si se sentía tan maravilloso como decían mis amigas, pero creo que él no quiso arriesgarse y me aventó toda su leche en mi vientre, escurriendo una gran cantidad de semen hacia los pelos de mi panocha. Me encantó la mezcla del olor de la piel del sillón, el olor de su semen, el olor de mi pepa caliente, etc. ¿Cómo olvidar aquella hermosa experiencia?... Con mi jefe aprendí todo lo básico del sexo: a mamar verga, a alojar su cabezota en mi ano, a metérmela toda en mi boca… Lo adoro, lo sentí mío por un tiempo, yo le pertenecía de igual forma. Pero todo acaba. Ahora entenderán mi preferencia por los hombres maduros. 
«123»