1. Helena y el anochecer de un día agitado


    Fecha: 06/04/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Helena y el anochecer de un sábado agitadoHelena estaba exultante, hermosa, excitada y divina mientras manejaba en la ruta. Por suerte nuestros maridos habían coincidido en dejarnos libres por unos días, ya que ambos habían viajado al interior por sus trabajos. Así que decidimos pasar el fin de semana en una casa quinta de ella, en las afueras de la ciudad.Cargamos de todo en el baúl de su auto, incluyendo mucha comida vegetariana y al mejor estilo Thelma y Louise nos lanzamos al camino, sin auto descapotable.Llegamos a media mañana. Ventilamos un poco las habitaciones, preparamos algo de comida y luego nos acostamos al sol como lagartos gran parte de la tarde.El anochecer nos sorprendió entrelazadas en un beso interminable bajo la ducha. Luego cenamos a la luz de unas velas y nos dispusimos a mirar algo de porno.Me levanté para ir al baño y al regresar me llamó la atención que Helena no estuviera recostada en el sillón. Fui hasta la cocina y entonces me llevé un susto indescriptible, cuando vi a mi amiga inmovilizada por un hombre gigantesco que le apoyaba un revólver en la sien. Tenía la cara cubierta por una media de nylon.Detrás de mí una voz cavernosa susurró: “Aquí estaba la colorada también”. Otro hombre enorme me tomó entre sus brazos, dejándome también inmóvil. Me arrojó contra la mesa y entonces me aferró ambas manos a mi espalda con un precinto de plástico.A Helena la apoyaron contra la mesada de mármol y también le amarraron las muñecas. Intentó debatirse pero ...
    ... una sonora bofetada en su bello rostro la persuadió para no ofrecer más resistencia.Mi amiga les dijo a ambos hombres que no teníamos demasiado dinero y tampoco había mucho para robar, ya que la casa se utilizaba solamente cada tanto y prácticamente había lo mínimo para ser habitable.El que me sostenía a mi estalló en una carcajada diciendo: “Plata es lo que nos sobra, en realidad hemos venido a disfrutar de un par de veteranas interesantes como ustedes dos… hace rato que no vemos dos perras así por estos lados”.Es decir, no iban a robarnos sino a cogernos. Para que no quedaran dudas, el que sostenía a Helena la levantó por los cabellos y desgarró por delante la fina camiseta de algodón, dejando en libertad las magníficas tetas de mi amiga.El tipo se relamió a gusto y miró a su cómplice: “Qué te dije Tuco, viste unas tetas más increíbles y perfectas que la de esta perrita morocha?”.“Por suerte, Tico, a mi me van las coloradas de culo redondo como éste, así no nos peleamos!!”, respondió el otro, palpándome la cola por encima de mis calzas.Helena volvió a ser empujada contra la mesada y con un par de manotazos el bruto le arrancó del cuerpo los ligeros pantaloncitos, dejándola entonces completamente desnuda e indefensa. Luego se quitó los zapatos y los pantalones, dejando ver una verga enorme, gruesa y bien erecta, lista para gozar de mi amiga.“Ahh, nena, no puedo decidirme si empiezo por tu cola o la conchita, qué hago?”. “Estoy ovulando, hijo de puta, dame por el culo o que sea ...
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