1. Siempre hay una tercera vez


    Fecha: 06/04/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Siempre hay una tercera vezLuego de la segunda vez que había buscado ser abusada por un perfecto desconocido; unas semanas después estaba lista para buscar otra situación similar.No sabía bien qué era lo que me provocaba a buscar esas sensaciones tan extremas pero sentía en mi mente y en mi cuerpo que era necesario hacerlo otra vez…Una noche, por supuesto en ausencia de mi esposo, recorrí en mi auto un barrio del conurbano, hasta encontrar una zona bien solitaria y oscura. Comencé a caminar por calles donde realmente la iluminación era casi inexistente.Esa noche estaba vestida muy perra, más perra que nunca. Parecía que gritaba a gritos que me cogieran y abusaran de mi cuerpo. Llevaba un short negro muy corto, que apenas me cubría la cola y estaba realmente apretado, una musculosa negra, ajustada también, una campera oscura y unas botas de media caña también negras.Caminé por la zona unos quince minutos; desde los pocos autos que pasaban me gritaban todo tipo de guarangadas, pero ningún hombre se bajaba de ellos…Finalmente en una esquina me cruzó el paso una camioneta blanca, de las que llevan una puerta al costado. El conductor era un chico joven, bastante guapo, que me preguntó si necesitaba que me alcanzara a algún lugar.Estuve tentada de decirle que no; pero enseguida supe que esta situación podría terminar en algo interesante. Así que asentí y subí por esa puerta lateral.Adentro encontré que había otro pibe sentado, fumando con expresión aburrida.El conductor me dijo ...
    ... que se llamaba Martín. El otro se presentó como Lucas.El primero mientras manejaba me contó que venían de una fiesta pero estaban muy calientes, porque ninguna chica les había llevado el apunte y tenían unas tremendas ganas de meterla en algún agujero…Mientras sentía mi cocha que comenzaba a humedecerse, pensé cómo sería ser garchada por este par de pendejitos calientes. La idea comenzó a gustarme.Me saqué la campera y quedé con la musculosa bien ajustada a mi cuerpo. Lucas dejó atrás su cara de aburrido, al ver mis tetas pugnando por reventar la tela de mi musculosa. Seguí su mirada ahora lujuriosa y encontré que mis pezones estaban erectos y bien marcados bajo la tela de algodón…De repente se inclinó hacia adelante, extendiendo sus manos hasta rozar mis tetas. Intenté poner cara de sorpresa y rechacé sus manos, pero Lucas dijo entonces:“Vamos, putita, para qué subiste a nuestra camioneta?”Sonreí y me quité la musculosa por encima de mi cabeza. Me arrodillé frente a él y le desabroché el pantalón. Metí mi mano y abracé su verga, que se encontraba erecta…Comencé a lamer la cabeza de esa dura pija, mientras oía que Martín estacionaba y se bajaba de su asiento. Mientras me comía la verga de su amigo, sentí que Martín se arrodillaba detrás de mí y me quitaba el short negro con mucha delicadeza. Luego comenzó a frotar su verga también dura contra mis nalgas, mientras sus manos manoseaban con cierta rudeza mis tetas y mis pezones bien erectos.Sentir su pija rozando mi diminuta tanga ...
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