1. La madurita del colegio


    Fecha: 07/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Esta historia es fresca, reciente y todavía creo que en proceso. Esta semana mi sobrina empezaba las clases y la semana pasada había una reunión de padres para conocer a las maestras que iban a tener y para ir poniendo al dia a los padres con los materiales que iban a necesitar. Mi hermana y mi cuñado por cosas del laburo no podían asistir y ya que además de tío soy padrino me ofrecí a ir yo para sacarles un peso de encima. El dia en cuestión llegué y estaban los grupos bien marcados, claramente ya se conocían muchos, entre todos estaba una amiga mia con el marido; me acerqué a saludarlos y me puse a charlar con ellos y me fueron presentado a distintos padres y madres. Hasta que en un momento me la presentaron a ella, una señora calculaba yo en los 40/50, pelo lacio colorado, con un rostro lleno de pecas. Su cuerpo llamaba la atención un escote muy importante cubierto por una camisa blanca larga rematados por un jean ajustado que resaltaba una cola muy llamativa. No era delgada, era lo que diríamos una gordita hermosa, una mujer con curvas. Mis amigos me la presentaron como Ángela, y era la abuela de uno de los chicos que era hijo de madre soltera. Me saludó muy amable con un beso de esos ruidosos y pude sentir esos tremendos pechos en mi cuerpo. No lo voy a negar, el resto de la reunión no pude dejar de pensar en ella. Me ponía loco que pese a que había madres que con suerte llegaban a los 30 todas arregladas y mostrando todo su cuerpo yo no podía sacar de mi mente a esa ...
    ... madura. Cuando al fin salimos de esa tortura me subí al auto sabiendo que cuando llegara a mi casa seguramente me haría una tremenda paja pensando en esa señora, incluso pensé que mal había estado en no preguntar su apellido para poder buscarla en Facebook, estaba en eso cuando la veo a ella en la parada esperando un colectivo. Dije “esta es la mia de conocerla un poco mas y recrear mas mi vista”, así que me acerqué, toqué bocina y bajé la ventanilla. Yo: Ángela, para donde va? Quiere que la alcance? Ángela: voy para Belgrano, no te quiero molestar. Y: por favor Ángela, no es molestia no es tan lejos y acá va a esperar un montón con este calor. A: bueno dale muchas gracias, pero por favor tuteame que me haces sentir mas vieja todavía. Y: jaja esta bien, pero por favor como te vas a sentir vieja – mientras le abría la puerta y ella subía al auto. A: y, viste, después de estar toda la mañana rodeada de veinteañeras y treintañeras la autoestima se golpea un poco. Y: ay Ángela por favor, no tenés nada que envidiarle a esas niñas, espero no te ofendas y no sea muy lanzado de mi parte pero sos preciosa. A: jajaja imposible ofenderse pero seguro lo decís solo para que yo me sienta mejor. Y: nada que ver, decime para donde vamos. Me dio la dirección y empezamos el viaje, no era muy largo, pero fuimos charlando y riéndonos todo el trayecto; en el medio me fue contando de su vida, era casada por segunda vez, el padre de su hija había fallecido cuando era muy chica y al poco tiempo ella ...
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