1. Historia de mi familia


    Fecha: 08/04/2018, Categorías: Fetichismo Autor: wanttobelieve, Fuente: SexoSinTabues

    Conocí a la que ahora es mi pareja cuando ella tenía 12 años y me enamoré enseguida de ella. Conocí a la que ahora es mi pareja cuando ella tenía 12 años y me enamoré enseguida de ella. Yo tenía 23 pero su preciosa cara llamaba la atención de todos incluso antes de que su cuerpo mostrase curvas de mujer. Tras varios años de relación secreta quedó embarazada poco después de cumplir los 15. La respuesta de su familia fue inmediata: la echaron de casa. Desde ese momento vino a vivir definitivamente conmigo. Los planes juntos se iban formando al mismo tiempo que iba creciendo su tripita de embarazada. Casa nueva, una vida nueva y con el paso de los meses el médico nos confirmó lo que yo deseaba: una preciosa hija en camino. A los 5 meses de embarazo su cuerpo aún adolescente ya mostraba la pronunciada curva de la maternidad. La piel, joven, lisa y firme de su vientre se estiraba fuera de su delgada figura. Aunque nunca llego a tener mucho pecho si es cierto que su volumen aumento bastante de repente. En nuestras sesiones de sexo me prodigaba en caricias a su tripa, deslizando suavemente la mano sobre ella hasta bajar a sus muslos y terminar entre sus piernas. La besaba, la lamia sin dejar ni un milímetro sin mojar con mi lengua. Con 8 meses el tamaño de su barriga era portentoso. Apenas había cambiado su aspecto general y su prominente tripa sobresalía de forma llamativa sobre su cuerpo. Como los últimos meses de embarazo coincidieron con el verano siempre usaba camisetas ...
    ... cortas que revelaban continuamente su tripa que había adquirido un bonito tono dorado. Yo me volvía loco por ella. Devoraba sus senos hinchados cuyos pezones había crecido más del triple de su tamaño normal. La areola se había oscurecido y yo la mamaba diariamente anticipando lo que nuestra hija comenzaría a hacer en breve. Y mientras de nuevo acariciaba su vientre al penetrarla comenzaba a pensar en el regalo que nos llegaba. Mi pareja sabía que me atraían los cuerpos jóvenes, infantiles, pero nunca habíamos hablado de lo que supondría la llegada de la pequeña a nuestras vidas. Ya con 9 meses cumplidos llego el 16 cumpleaños de mi pareja. Y la naturaleza decidió regalarle ese día el mayor tesoro: a media tarde se puso de parto. Dada su juventud no le faltaron fuerzas para sobrellevar el momento y en breve tiempo nuestra hija estaba ya con nosotros. El hospital privado que había decidido permitirnos para el nacimiento nos acogió aquella primera noche como familia y me enternecía pero también me excitaba ver como daba de mamar a la niña aquella primera noche. Envidiaba en parte la posición que la niña me había arrebatado en los pechos de mi pareja. Ella lo advirtió. Con un gesto me atrajo hacia ella y mientas la niña se alimentaba de uno de ellos yo comencé a chupar del otro, por primera vez probando la leche de aquellos pechos aun adolescentes. AL tercer día regresamos a casa desde el hospital. La situación de nuestra relación hacía que no tuviéramos mucha visita familiar que nos ...
«123»