1. Extasis en aapulco


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Duro Autor: ILUSIONS, Fuente: xHamster

    Sin querer goce mi infidelidad con dos hombres en AcapulcoRelatoPedro, un compañero de trabajo y su esposa, nos invitaron a mí marido y a mi, a pasar un fin de semana en su casa de Acapulco, en compañía de otras cuatro parejas.Desde el día que llegamos, después del reparto de habitaciones, todos nos fuimos a la alberca, percatándome que los vistazos de todos, se fijaban principalmente en mí, no se si por ser la más joven, por ser la única con bikini o porque se denotaban mejor mis curvas. El día transcurrió nadando, jugando, asoleando, comiendo y bebiendo y sintiendo como los hombres me desvestían y cogían con la mirada, cosa que no me desagradó, sino me hizo sentir deseada y eso me calentó bastante, a la hora de dormir, mi marido medio tomado, se acostó e inmediatamente se quedó dormido y yo quedándome con ganas de ser penetrada por un hombre.Al día siguiente, desayunamos y comimos en el jardín junto a la alberca, donde las bebidas comunes y exóticas no faltaron, mismas que hicieron un rato después, estragos tanto en los hombres como en las mujeres.Anocheciendo, ellos seguían tomando y se pusieron a jugar dominó, la dueña de la casa propuso que las mujeres nos saliéramos de compras y a seguir bebiendo en otro lado, una de ellas y yo declinamos la invitación por sentirnos muy mareadas, por lo que mejor nos quedábamos a dormir un rato. Las demás se fueron.La que se quedó, simplemente se metió a dormir. Yo me acerqué a mi esposo para avisarle que me retiraba a descansar, pero ...
    ... me insistioó a tomarme una copa y estar un rato ahí, para ver si le daba suerte, ya que estaba perdiendo en el juego, quedé parada entre mi marido y un hombre bastante atractivo llamado Raúl.Los halagos, adulaciones y piropos de todos, no se hicieron esperar. En el momento en que Raúl me ofrecía con una mano, el vaso con la bebida, la otra la puso en la espalda y la bajó pasándola por mis nalgas, cosa que pasó desapercibida para los demás pero a mí me hizo apretar mí panocha de placer.El roce de mis nalgas con el hombro de mi esposo en unas ocasiones y con el de Raúl en otras, comenzó a excitarme, Dije que iba a asear un poco la cocina, pero la realidad era que pensaba en una verga entre mis piernas.Estando en la cocina lavando algunos trastes, sin que se viera el jardín ni a la alberca, metí la mano y comencé a sobarme mi hinchada y húmeda rajita. De repente, sentí que alguien me abrazaban por atrás y me daba un beso en el cuello diciendo:-Mamacita, estas muy buena, veo que andas caliente y tu marido no sabe lo que tiene-.Era Raúl, que pegando su cuerpo al mío, hizo que topara con el fregadero sintiendo un gran bulto sobre mis nalgas, no pude voltear y solamente espeté:-¡Tranquilo!, soy casada, mi marido está afuera y no quiero que haya problemas-.Como pudo, metió una mano a mi panocha y la otra me agarró un pecho, diciendo:-Aquí todos somos casados, pero eso no influye, para que tú estés bien mojada y yo con ganas de cogerte-.Por la calentura del día anterior, y lo excitada ...
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