1. Ana y el ascensor en el último piso


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Después de vivir unos años en un edificio de departamentos muy bajo, que solamente tenía escaleras, Ana y yo nos fuimos al otro extremo: a una torre de casi veinte pisos, con cuatro ascensores…Un día coincidimos ambos en el ascensor con una hermosa mujer joven, vestida con una minifalda muy provocativa, con una sonrisa a flor de labios y unas piernas realmente matadoras. Me quedé mirándola cuando bajó y de repente Ana me tocó el hombro, sacándome de mi ensueño:“No te hagas ilusiones, amor, esa perrita callejera está casada… y su marido es un hermoso ejemplar de macho recio…” Dijo sonriendo.Un par de días después me crucé con el marido en el pallier. Ana tenía razón; el tipo tenía toda la pinta de macho recio, con un físico trabajado en un gimnasio; muy apuesto realmente y muy agradable en el trato.Le comenté el encuentro a Anita y ella se rió a carcajadas:“Un día de éstos me lo voy a coger en el ascensor…” Dijo agresivamente.Unas semanas después volvimos a coincidir en el ascensor y me llamó la atención que mi esposa tenía con ese hombre…Algunas noches, mientras estábamos enredados en la cama, yo provocaba la calentura de Anita, pidiéndole que se imaginara que ese tipo estaba en mi lugar con su verga metida a fondo en su estrecha concha…Ella instantáneamente se humedecía y explotaba en un tremendo orgasmo…“Ya voy a lograr que me coja con esa verga enorme que tiene…”Le pregunté cómo conocía el tamaño de su verga y me respondió riendo que había mirado el paquete que ese tipo ...
    ... cargaba en sus pantalones…Cada vez que Ana llegaba a casa diciendo que había encontrado a ese tipo en el ascensor, yo le metía mi mano bajo la falda y encontraba su tanga completamente empapada…. No fallaba nunca.Una tarde la pareja bajó en su piso y Ana me miró desafiante y con una tremenda expresión de calentura. Apenas se cerraron las puertas del ascensor, le metí mis dedos por dentro de su tanga y le hice una paja hasta que acabó en mi mano, antes de llegar a nuestro piso…Unas semanas después, noté que Ana comenzaba a retrasarse en sus horarios de llegada a casa luego del trabajo. Cuando le preguntaba el motivo, ella siempre tenía una explicación convincente…Una tarde estaba yo en la vereda de enfrente, cuando vi llegar a Anita a la entrada del edificio. Me demoré un poco en cruzar la calle y cuando entré al pallier, el ascensor ya estaba subiendo. Tomé otro y enseguida llegué a mi piso, pero entonces encontré que el ascensor que había tomado Ana, se encontraba detenido entre dos pisos…Me resultó algo un poco extraño, pero de repente comprendí todo: Mi mujer se había quedado encerrada en el ascensor con nuestro vecino, no me quedaba ninguna duda…De repente el ascensor comenzó otra vez a moverse, pero siguió viaje hasta el último piso, sin detenerse en el nuestro. Comencé a pensar dónde estaría mi dulce mujercita y entonces recordé que el último piso no tenía departamentos ocupados; era un piso casi fantasma…Empecé a subir los escalones de dos en dos y con el máximo sigilo ...
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