1. Los demonios de Yahir (Diario de pasión) Capitulo 1 "Eduardo"


    Fecha: 12/04/2018, Categorías: Gays Autor: Diosdelagua, Fuente: SexoSinTabues

    ... pesar de eso, puedo decir que era mi mejor amigo. Cuando venía a mi casa en el verano y para navidad, éramos inseparables, yo era como su hermano menor, ese ser que lo llenaba de alegría y a quien guiaba sobre lo que había allá afuera. Con el paso del tiempo Eduardo le sacó provecho a su atractivo, adquiriendo un cuerpo esculpido, deseado por las mujeres y perseguido por ellas, siempre fue una especie de galán a donde quiera que iba, recuerdo como siempre obtenía lo que quería, como él tenía todas las ventajas, las facilidades únicamente por su rostro y eso a pesar de no querer aceptarlo, me molestaba bastante pero claro eso a él le encantaba. El atractivo de Eduardo me hacía sentir a veces incomodo pues siempre trataba encontrar algún defecto en él. Sin embargo, en otras ocasiones llegaba a ser como un modelo a seguir y lo cierto es que era una mezcla de sentimientos que daban vueltas en mi cabeza y que me costaba mucho trabajo entender. Ese verano Eduardo apareció en la puerta junto con mis tíos ya que al vivir tan lejos solo nos visitaban dos o tres veces al año. No obstante cuando había llegado el momento de marcharse debido a que las vacaciones habían terminado, Eduardo no se despidió, anunció con mucha emoción que habida decidido mudarse para terminar la su carrera en leyes en una de las universidades de la ciudad y la verdad yo no pude estar más feliz, mi hermano mayor iba a estar conmigo todo el tiempo, como siempre lo había querido. Mis padres le ofrecieron que se ...
    ... quedara a vivir con nosotros pero aun con su orgullo Lalo – Como siempre lo he llamado- Prefirió quedarse en un departamento que rentaba cerca de la universidad, aun así nos visitaba siempre que podía y puedo decir que aunque nuestra diferencia de edades era muy grande, nunca tuvimos problemas para compartir intereses o tener cosas en común. Como dije antes, Eduardo era un huésped frecuente, cosa que me gustaba mucho, aunque debo decir que algo estaba pasando conmigo, algo fuera de lo usual y que era desconocido para mí. De pronto, cada vez que veía a Eduardo todo se me olvidaba, el ambiente se tornaba apacible y relajado, como si me administraran un sedante, no importaba que tuviera en mi cabeza, si Eduardo llegaba y me hablaba a los dos segundos ya no tenía idea de lo que estaba pensado, no sabía por qué me pasaba eso, pero la realidad es que me gustaba mucho sentirlo, porque también olvidaba mis preocupaciones y complejos. — ¿Qué pasa Enano?¬— Preguntó mi primo mientras entraba, él me llamaba enano por mi baja estatura cosa que por extraño que suene, en verdad no me molestaba. Nuestras diferencias eran obvias, Eduardo era alto y prácticamente perfecto, yo en cambio no lo era mucho, con un cabello negro que a veces se negaba a cooperar conmigo, piel demasiado sensible al sol y que no me permitía gozar de la playa y unos ojos amarillos que a la gente le costaba creer que eran reales y es que como ya dije, me era imposible no comprarme con Eduardo y es allí donde yo salía ...
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