1. Los pecados del hijo son los pecados de la madre


    Fecha: 13/04/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... hablé. Ese día nos quedamos dormidos abrazados en la sala, hasta que ella me despertó para que me fuera a dormir, luego de agradecerme que la había defendido. Al siguiente día no apareció mi padre. Llegó la noche y cenamos con Saira, todo estaba en silencio, me dijo que le daba miedo que regresara mi padre y que me pedía si podía dormir en mi habitación, yo le dije que si. Esperé a Saira en mi cuarto de habitación, ya tenía el pene parado, además que me lo estaba acariciando solo pensar en tener a ella en mi cama. Luego ella entró y me dijo -cómo me queda?-, ella me dijo que era ropa de dormir que usaba mi madre, era un blusón, que tenía un amplio escote, se le veía la mitad de sus senos a Saira y luego que era semi transparente, se podía ver la ropa interior de Saira, se miraba muy rica. Nos acostamos y me pidió que la abrazara, que tenía miedo, yo la abracé por la espalda, asi que quedamos muy pegados, mi verga pegada a su colita. En pocos minutos ella se quedó dormida, menos yo. Yo tenía la respiración exaltada, estaba excitado, mi pene ya estaba empalado, pegado a las nalgas de Saira, separado por su ropa de dormir. En eso empecé a frotarme contra su colita, mi verga creció a lo máximo, lo hacía despacio muy despacio, no quería que ella se despertara. Al rato, aumenté la velocidad de la frotada en la colita de mi madrastra, pero sentí que ella también se movía a mi ritmo, -estaré imaginando?- pensé. Pero era cierto mi madrastra estaba consintiendo que me sobará contra ...
    ... ella, yo estaba muy excitado para entonces, la habitación a oscuras, solos ella y yo. Asi que me saqué la verga de mi pijama y le levanté su blusón hasta tener sus nalgas descubiertas, tapadas solo por su braguita. Sentí lo suave de la piel de su colita, seguí frotándome y ahora sentía claramente que ella también lo hacía, yo tenía una erección como nunca. Al rato hasta oí un gemido de ella, estaba excitada mi madrastra?-, tomé una decisión, me fui bajando en la cama, hasta que mi rostro llegó a estar frente a sus nalgas, le di unos besitos, pensé que ella no lo aprobaría, pero no dijo nada, seguí ahora dándole algunas lamidas con mi lengua, su piel era delicada y suave. Todo era excitante, En eso Saira se movió bruscamente, pensé que alli terminaría todo, pero no, se fue quitando las bragas, hasta sacarlas de su cuerpo, y yo con mi rostro frente a sus nalgas, entonces ahora seguí besándolas, ahora con más fuerza, mi manos tomaban sus grandes carnes y chupaba y las lamía con mucha pasión. Acto seguido, abrí sus nalgas y no pude ver nada por la oscuridad, pero metí mi lengua y pude sentir lo arrugadito de su culito, oí su primer gemido audible cuando la punta de mi lengua empujó el aro de su ano. Luego me puse a lamerselo todo, al rato sentí el olor fuerte de su rajita, ella se estaba mojando, asi que abrí más sus nalgas y pude llegar con mi lengua hasta su panochita, nuevamente oí otro gemido de ella cuando la punta de mi lengua tocó sus labios vaginales que tenían un sabor ...