1. Esposos calientes -3


    Fecha: 15/04/2018, Categorías: Confesiones Autor: esposos hot, Fuente: CuentoRelatos

    Ultima parte, continuando con la experiencia que tuvimos, ya en la casa, empezamos a platicar los compañeros del trabajo, todos, tomando, riéndonos, y el, Francisco, siempre echándome miradas cautivadoras, miradas de complicidad, me agradaba mucho que me sintiera que otro hombre que no fuera mi esposo me deseara, ya entrando la madrugada, quizás dos de la mañana, poco a poco se fueron retirándose todos, al final quedamos solo los tres, mi esposo Marcos, mi amigo Francisco y yo. Entre mi esposo y yo, ya había la complicidad de que quizás sucediera algo, él no lo sabía, el seguía a escondidas, seguía con caricias, furtivas, de contrabando, hacia mí, yo ya me encontraba caliente, excitada, un poco mojada, pensando hasta donde podríamos llegar. Marcos mi esposo, salía de la casa y duraba mucho tiempo afuera, fumando, dejando sola con él en la sala, estábamos sentados en el sillón, y yo miraba a mi esposo desde la ventana, que se encontraba afuera, y el, me acariciaba, las piernas, los pechos, el vientre mientras mi esposo era cómplice de ello, le toque su pene, sobre el pantalos, ya estaba erecto, parado, muy duro, me gustó mucho, cuando mi esposo entraba él se retiraba, con ganas de decirle, que no había problemas con él, él estaba de acuerdo. Mi esposo, desde lejos me hacía señas, que le enseñara los pechos, pero, ya se los había enseñado, jajaj, ya tenía el permiso, que toda mujer casada lo quisiera tener y yo ya lo tenía, ya no aguantaba más, me le acerque, lo beses, él se ...
    ... alejó, tenía miedo que nos viera mi esposo, le dije, bésame, empezamos a besarnos, me gustaron mucho sus labios húmedos, tocándome mis labios, que esos labios le pertenecían solo a Marcos, pero esa noche, ya no, le pertenecían a otro hombre, me tocaba, de repente entro mi esposo, y exclamo !Que está pasando Vero...!, el asustado se empezó a disculparse, y yo sonriéndome, le tome las manos, le dije, tranquilo, no pasa nada, Marcos, se sonrió, dijo, no pasa nada wey, mi esposo lo quiere, lo desea, pues adelante, el comprendió entonces, que había común acuerdo. Me desabroche mi pantalón, que hasta ese momento, solo lo desabrochaba para Marcos, ahora, lo hacía para otro hombre, mi esposo se preparó un trago, y se sentó en un sillón retirado, mirándonos, tocándose su pene, excitándose, yo, sentada junto a Francisco, muy juntos, nos abrazamos, nos besamos, me acaricio, yo le desabroche, el pantalón, quería conocer otro pene diferente, que no fuera el de mi esposo, total ya tenía el permiso, es lo que deseaba, cuando se bajó el pantalón, cuál fue mi sorpresa, mire un pene o como dicen, una verga, grande, gorda, muy diferente a la de mi esposo, le dije, estas vergas son las que me gusta, yo pensando, que una así, era la que me cogía en mi juventud, antes de casarme, la de mi esposo es delgada, no chica, pero tampoco grande, y la de Francisco, era más gorda, más grande, mis rica, se la acaricie, la tome entre mis manos, le tocaba los testículos, el cerraba los ojos, mi esposo, me decía, ...
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