1. una vieja con marcha 2


    Fecha: 16/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    A pesar de que Maruja es una mujer mayor, me hizo disfrutar tanto, que busqué tener sexo de nuevo con ella. Después de haberme ido de la casa de Maruja, no podía creer que me había cogido a una mujer varios, muchos años mas que yo. Iba pensando en eso hasta que llegué a casa y me puse a hacer cosas y me olvidé de ella. Pasaron varios días y no veía a Maruja, pase alguna que otra vez por su casa pero tampoco la veía, no quería llamar a la puerta por lo que pudiera pasar. hasta que el sábado la vi empujando la silla de su marido, nos saludamos con dos besos en la mejilla y las clásicas preguntas de como estas y todo eso, nos sentamos a la mesa del bar, pedimos unas bebidas, el marido parecía una vela, se iba apagando de a poco. Me contó que su marido había trabajado en las minas de carbón, y que había contraído una enfermedad en los pulmones que lo estaba terminando, que hacía años estaba así, pero que ahora iba a peor. Al hombre se lo veía como ausente, daba lástima verlo así, sufrir tanto, daba una pena tremenda. "Como estas Eduardo, te haz acordado de mi?", me dijo sonriendo, "no sos de esas mujeres que se olvidan fácilmente, y vos me recordaste?", le dije, bebiendo un trago de cerveza, "como para olvidarte con la follada que me haz dado, y como me dejaste el ano de abierto", me dijo, riendo y pegando su boca contra mi oído, como para que su marido no la escuche. Seguimos hablando de de todo un poco, la gente pasaba y los saludaba, mirándome extrañados, ya que a ella la ...
    ... conoce todo el pueblo y a mi casi nadie. "Tienes algo que hacer?", me dijo Maruja, "no, realmente nada, te acompaño a tu casa de nuevo?", le dije, sonriendo y guiñándole un ojo. Se le ilumino la cara, sonriendo, "va a ser todo un placer recibirte en casa de nuevo", me dijo, sonriendo de una manera tan especial, que se sentía lo contenta que estaba. Íbamos caminando, hablando, por cortesía iba empujando yo la silla de ruedas con el marido, la gente nos miraba, nos saludaban, hasta que llegamos a su casa. Volví a sentir esa sensación de entrar en el túnel del tiempo, fui al salón, esperando que venga Maruja de acostar a su marido. "Hoy me toca soñar de nuevo?", me dijo, pasando sus brazos por mi cuello y besando mi labios, "no quieres cerrar la puerta?", le dije, respondiendo su beso y acariciando sus nalgas por sobre la ropa, "no, ya cerré la puerta del dormitorio, te ha gustado mi culo por lo que veo?", me decía, sin dejar de besar mis labios, "quiero que te desnudes toda", le dije, pasando mi lengua por sus labios, "cariño, soy una vieja, no te voy a gustar desnuda", me decía sin dejar de besarnos, "deja que te vea toda desnuda, desnúdate para mi", le pedí, soltando sus nalgas. Maruja dio dos pasos para atrás y se empezó a desabotonar la camisa, me miraba a medida que se la iba quitando, se quitó los zapatos, el sujetador, dejando dos enormes tetas caídas sueltas, se agachó y se quito los calcetines a media pierna, nos mirábamos, mientras ella paso su mano a la parte de atrás de ...
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