1. Fiesta en el instituto


    Fecha: 16/04/2018, Categorías: Jóvenes Autor: toulouse, Fuente: RelatosEróticos

    Mientras empezaba �la fiesta� se me acercó una compañera de clase, la chica fácil que existe en todos los institutos. Cuerpo normalito pero que sabe como explotarlo al máximo vistiendo muy provocativa y con ropa ajustada. Me dijo que esta fiesta era un rollo, que prefería tener su propia fiesta. Mientras me dijo estas palabras se sacó del escote un preservativo. Yo sabía que era chica fácil pero también era el mejor plan que podría tener. Abandonamos el patio donde estaba todo el mundo y nos dejamos perder por los pasillos del instituto hasta que encontramos un aula abierta, nos metimos y tras bloquear la puerta comenzó nuestra particular fiesta. Ella rápidamente se quedó en sujetador y tanga, yo me acerqué a ella poniendo mis manos en su culo a la vez que le chupaba el cuello. Así nos fuimos moviendo hasta llegar a la mesa del profesor donde me senté y ella aprovechó para quitarme la camiseta y desabrocharse el sujetador. Me fue empujando contra la mesa para que me tumbara mientras ella iba rozando sus pezones desde mi cintura hasta mi boca. Yo le agarre sus tetas para poder comérselas. Me cabían casi entero uno de sus pechos en mi boca, yo succionaba sus tetas y le pasaba mi lengua por el pezón de la forma más rápida que podía. Iba cambiando de una teta a otra, ella estaba echada encima de mi cuerpo frotando su zona vaginal con mi entrepierna mientras yo estaba con sus pechos. Se dio la vuelta, me quitó los pantalones y los calzoncillos para comenzar a chuparme la polla y a ...
    ... comérsela. He de admitir que lo hacía francamente bien, seguramente sería de la práctica que tenía, o quizás fuera porque yo no estaba tan centrado en como me comía mi polla, sino en la vista que tenía de su culo y su coño sobre mi pecho en primer plano. Todo para mi y sutilmente tapado por un tanga de hilo. Tanga que no tardó en comenzar a humedecerse, cada vez que se movía hacía atrás se le abrían un poco las nalgas y ese tanga se apretaba más contra sus agujeros. Puse mis manos en su culo y acompañé su movimiento. Luego aparté el hilo del tanga y pude ver su vagina y su ano. Creo que era uno de los más bonitos que he visto o por lo menos de los más excitantes que he visto. Toda su piel blanquita blanquita, ni un solo pelo, todo depilado. El ano estaba completamente cerrado pero relajado, sin ninguna arruga ni marca en la piel, era perfecto. La vagina también estaba blanquita, excepto los labios menores y propiamente el agujero que era un rosita muy suave, que se fue tornando a más intenso a medida que le fui abriendo los labios y acariciárselo. Antes de que pudiera seguir tocándole la vagina o le pudiera introducir cualquier dedo, ella se levantó y se sentó sobre mí, con sus manos agarró mi polla dura y la colocó para que le fuera entrando por su vagina lentamente para que se le fuera adaptando el coño al tamaño de mi pene. Yo notaba como mi polla iba abriéndose paso por sus entrañas y el placer se iba acrecentando cuanto más entraba. Cuando ella se sentó sobre mi pelvis, ...
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