CLASES PARTICULARES
Fecha: 23/04/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Esta historia me sucedió hace algunos años cuando fui a casa de un buen amigo para darle clase particulares de matemáticas. Llegué a casa de mi amigo y llamé al timbre. Cuando abrió me fijé en la ropa que llevaba: un pantalón vaquero que le marcaba el paquete, y una camiseta de tirantes ajustada. Me invitó a entrar y le seguí hasta su cuarto. La casa estaba muy silenciosa, así que entendí que estábamos solos. Una vez en su habitación, son sentamos frente al escritorio y comencé a ayudarle con los problemas que tenía en matemáticas. Entonces dijo que tenía calor, pues estábamos en junio, y se quitó la camiseta dejando su torso desnudo. Miré de reojo sus abdominales bien marcados, sus pectorales desarrollados y sus bícpes fuertes y fibrosos y noté un delicioso calor en la entrepierna. La clase terminó y estuvimos bromeando un rato, hablando y viendo vídeos en Internet. Entonces miré el reloj y le dije que me tenía que ir. En ese momento, él me miró y me dijo:-¡Oye, no te he pagado la clase! ¿Cuánto te debo? -No me debes nada, eres mi amigo. -Insisto-dijo él-Me has hecho un favor, te lo tengo que pagar. -No, de verdad. No voy a aceptar tu dinero. Me miró con picardía y dijo:-¿Quién está hablando de dinero?-Se acercó a mí y me besó. Fue increible, muy agradable, y me dejó un cosquilleo en la entrepierna. -¿Por qué has hecho eso?-pregunté sorprendido. -¿Crees que no me he dado cuenta? ¿Crees que me he puesto ropa ajustada de causalidad? Quiero follar contigo. Yo abrí los ojos y ...
... pensé: "No puedo creer lo que oigo. Él siempre me ha gustado y ahora voy a cumplir mi fantasía de meterme con él en la cama". Nos volvimos a besar, mientras le acariciaba su fuerte espalda, y los desarrollados brazos. Él se levantó y tiró de mi mano. Seguimos bésandonos y me quitó la camiseta. Al ver mi torso desnudo, debo decir que tenía un cuerpo fibroso, se mordió un labio. Se acercó a uno de mis pezones y comenzó a lamerlo con muchas ganas. Yo le agarré la cabeza y le supliqué que continuase. Entonces se arrodilló, me quitó el pantalón dejando al descubierto mi pene erecto y se lo metió en la boca. La sensación era muy dulce. Era genial lo que hacía con la lengua sobre mi capullo. Entonces le sujeté la cabeza y le follé la boca, cada vez más rápido y profundo. Se apartó y me llevó a su cama, dónde le quité el pantalón. Su polla era bastante grande y sobresalía del calzoncillo. Se la saqué y me la metí entera en la boca. El sabor era delicioso y me excitaban sus costantes gemidos. Mientras le hacía la felación, buscó en su mesilla y sacó una caja de condones. Me dio uno y me pidió que me lo pusiese. Él se puso a cuatro patas y, cuando me puse el preservativo, se la metí poco a poco. Gimió un poco de dolor, pero se terminó acostumbrando y me ordenó que le follase. Le agarré bien de la cintura y comencé a moverme con movimientos rítmicos. Aquella sensación me produjo un gran placer. Fue tal la excitación que tenía, que me corrí enseguida. Cuando se la saqué, él se dio la ...