1. Una zorra para dos (II): El primer sándwich


    Fecha: 23/09/2017, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Aquel viernes como cada semana desde hacía un par de meses, Roxana se vestía para acudir a la cita en la oficina de Marco. Al principio su vestimenta era más o menos provocativa, por lo cual iba hasta la oficina andando desde su casa apenas a 15 minutos de la misma. Pero con el paso de las semanas, las exigencias de Marco la hacían sentirse muy mal vestida así por la calle por lo cual este la había permitido coger un taxi, pero sólo hasta unas manzanas de distancia de su trabajo. Además, ella trataba de ocultarle a Joan su marido esta relación. Los miércoles cuando volvía a las tres del trabajo, debía vestirse de ama de casa tradicional, para recibir una hora después a Marco que la follaba y azotaba a su antojo, y luego cuando Joan llegaba cerca de las siete debía simular que nada había pasado. Ese día eran cerca de las seis, Joan volvía a las siete, y como cada viernes debía salir antes de la llegada de él, para luego justificarse con que había ido a hacer footing, y al volver, cerca de las 8 después de que Marco la follara en su oficina, algunas veces incluso con algunos de sus empleados dentro de la misma, debía buscarse alguna forma de entrar en casa sin que Joan viera la ropa, cada día mas de furcia, que Marco le regalaba y obligaba a ponerse. Ese viernes precisamente terminó de arreglarse con unas medias caladas, por supuesto con liguero pero sin bragas, sólo podía llevarlas cuando estaba con la regla, y una falda de piel negra, minifalda bastante ajustada que le ...
    ... remarcaba el culo. Arriba un wonderbrá negro, el último modelo de esos "de cero a 100..." y un top color rosa fucsia "furcia" pensaba ella mientras se lo ponía, que le dejaba al aire todos los riñones y el ombligo. De esa guisa estaba a punto de salir con sus zapatos altos de tacón fino, cuando sonó el telefonillo. Era Joan seguro, por ello decidió no abrir y colocándose el abrigo que Marco le dejaba ponerse para salir de casa, pero que luego debía llevar en el brazo en el trayecto del taxi a su oficina, salió del piso, tratando de esquivar por las escaleras la subida de Joan en el ascensor. A veces pensaba en cuando llegara el buen tiempo y no pudiera llevar abrigo, cómo llegaría y saldría de casa, hasta la oficina de Marco. Bajó los 11 pisos del edificio, a grandes saltos, por lo que empezó a sudar, y llegó al portal, justo para ver cómo su marido entraba en el ascensor. Marco como cada viernes esperaba a Roxana en su despacho de la Castellana. Cada semana el morbo subía pues la hacía parecer más furcia e incluso procuraba que siempre hubiera alguien de su personal, para abrirle la puerta y escuchar algunos de los gemidos de ella, en eso la obligaba a no contenerse y gemir como una loca, mientras la follaba sobre la mesa, o contra la ventana, pudiendo ver a la gente que pasaba pues era un primer piso, y que la gente la viera desnuda a ella mientras Marco la empujaba duro por detrás. El aspecto sado lo dejaba para sus visitas de los miércoles en casa de Roxana. Aquel día le dijo a ...
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