1. Aimeé Cachorrita Precoz V. Final.


    Fecha: 24/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    Sexigaleno Que tal amigos de la comunidad, un saludo a todos y a nuestros visitantes distinguidos de igual manera, disculpen la tardanza, por no haber escrito esta parte final de esta amiguita, quien es mi pacientita, pero que le agrada leer su relato en esta página, ya que por motivos de mi trabajo estuve muy ocupado por mi profesión, por lo que me fue imposible hacerlo a tiempo, pero aquí está el final de esta saga, que espero haya sido del agrado de todos, continuamos: Posterior a sus 14 añitos Aimeé, siguió viviendo aventuras sexuales que la hicieron terminar su relación formal que tenía y tuvo que buscar trabajo para subsistir, y encontró a través de una amiguita de ella uno, en el cual tendría que atender clientes que llegaban a requerir algún servicio íntimo, en una casa de masajes o sea de prostitución, por lo cual ella atendía y mostraba los catálogos de las chicas que estaban en servicio y por lo cual cobraba esos mencionados servicios, aparte que servía alguna bebida a los clientes, mientras las chicas “trabajadoras”, terminaban algún servicio, y así sucesivamente se daban las cosas con ella. Pero un día de tantos, llegaba un asiduo cliente a esos servicios y le propuso a Aimeé, que quería que esta vez le diera servicio ella, ya que se le antojaba mucho, ya que se veía muy niña, para estar en ese lugar, lo pensó ya que ella ganaba muy poco y pues le ayudaría, el cliente ese, le dijo mira Aimeé, que te parece si en lugar de aquí vamos a mi ranchito y la pasamos ...
    ... bien, y pues cerraron trato, pero eso sería fuera de sus labores en esa casa, y ya una vez al salir de su trabajo la esperó ese cliente y partieron a un lugar cerca de la capital. Llegaron se tomaron unos tragos, escucharon música de un radio, mientras departían y platicaban, ella iba vestida de una licra ajustadita, ya que se le notaba la zanjita de su entrepierna o sea la rajita muy partida, zapatillas altas, y una blusita ombliguera, lógico ese cliente estaba erotizado de ver a esa miniatura de mujer, ya que a simple vista era una niña, la tomó de la mano y bailaron unas piezas al ritmo de la radio, el tipo le tallaba su pene, a la altura de su ombligo, ya que él era alto y ella baja de estatura, las alturas no combinaban entre ellos, se veía curioso como ese hombre se inclinaba a besar a Aimeé, y ella alzaba su cabeza, para encontrarse y como él se frotaba en el cuerpito de ella, hasta que una de tantas vueltas de baile cachondo, él la sentó en una mesa que estaba ahí cargándola, mientras él se ubicaba entre sus piernas. Y pues la temperatura subía de manera constante y acelerarte entre ambos, y se sacó su herramienta la cual parecía un badajo de campana y se lo tallaba en la zona íntima de Aimeé, la cual no se lo vio, ya que el lugar carecía de luz y a escuras, ella misma trataba de encontrar esa herramienta que la ponía caliente, pero sin tocarlo, sólo acomodándose a modo que sintiera las picadas y sobaditas que le estaba proporcionado ese sujeto, y así pasaron unos ...
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