1. Ana 8, el sobrino obsesionado


    Fecha: 24/04/2018, Categorías: Incesto No Consentido Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... interpretar una obra de Mozart. Yo, en ese momento no tenía idea de lo que estaba escuchando, la música clásica no existía en mi vida, pero a partir de ese día, no dejé de escucharla. Tía Ana parecía un ángel, concentrada en ejecutar los movimientos precisos, sin cometer errores. Un ángel azul que transmitía una melodía inolvidable, que me marcaría de por vida. A las cuatro de la mañana, la fiesta llegó a su fin. Lamentaba no haber podido hablar con Ana. Apenas me animé a decirle algo. Por un momento, fantaseé con que el tío Pedro nos invite a pasar la noche ahí. Entones, por una especie de milagro, o de locura del universo, Ana me visitaría y me desvirgaría. Pero el sueño duró poco, porque, de todas formas, Ana no vivía con ellos. Se despidió de todos, y se fue en su auto, dejándome el corazón encogido, y el sexo caliente. ¿Qué probabilidades había de volver a estar cerca de Ana en una fiesta o algo parecido? Muy pocas. Probablemente tendría que esperar hasta el próximo año nuevo, y aun así, era improbable. No me quedaba más remedio que dejar mi cobardía atrás, y hacer algo al respecto. Era muy arriesgado intentar algo con ella, dado nuestro parentesco y la relación comercial de mi viejo con tío Pedro, pero que mierda, por ese angelito valía la pena intentarlo. De última, si me rechazaba, no perdía nada. Esa noche no pude dormir pensando en ella. No soy de masturbarme, pero tuve que hacerme tres pajas para calmarme un poco, y aun así, no pude conciliar el sueño. La agregué ...
    ... a Facebook, y me sorprendió lo rápido que me aceptó. Ese mismo día le escribí, y quedamos charlando un buen rato. Sólo ese contacto virtual me alegró el día. A lo largo de las semanas posteriores a fin de año, conversamos bastante. Vía chat me resulta más fácil abrirme y mi timidez parece desaparecer cuando estoy detrás de la computadora. Le conté sobre lo mal que la pasé en la escuela, sobre mi amor no correspondido por una compañera, y sobre mi necesidad de encontrar un trabajo para irme de la casa de mis padres. Ella me contó sobre la difícil situación económica que estaba pasando. Me rompió el corazón cuando me lo dijo. Sentí ganas de protegerla, como un caballero de la edad media que protege a su princesa, pero nada podía hacer. Me dijo que no tenía novio, y que no quería tenerlo, que los hombres eran una mierda, que solo la usaban. Ante esto no supe que decir, pero ella, luego cambió de tema, y me contó que se gana la vida tocando en conciertos y dando clases en su departamento. Esto me dio una idea. “¿me ensañarías a tocar el violín?”, le escribí, excitadísimo, porque había encontrado la manera de estar con ella a solas. Hace rato que me venía dando vueltas en la cabeza el invitarla a salir, pero estaba seguro que no aceptaría, ella me veía como un pendejo, y encima, era su sobrino. Pero las clases de violín eran la excusa perfecta. Sin embargo, no me dijo nada, me dejó el visto y por ese día, no me habló más. Seguimos en contacto en las semanas siguientes. De a poco, ...
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