1. Mi hija se convirtió en mi puta


    Fecha: 26/04/2018, Categorías: Incesto Confesiones Autor: amf76, Fuente: CuentoRelatos

    ... herramientas que quedaba bastante alejado del resto de las construcciones de la quinta. Al pasar a unos metros de este cuartito, con Carla escuchamos algunas voces murmurando y gemidos que venían de atrás del cuartito. Nos miramos con cara de duda, nos fuimos acercando sigilosamente. La imagen que vi al espiar por la esquina de la pared, me dejo helado. Mi hijita, Lorena, estaba en bolas cabalgando la pija de uno de sus amigos mientras que se las mamaba a dos que estaban frente a ella. Mi primer impulso fue saltar y cagar a piñas a todos. Pero Carla me calmó: -Para. Que vas a hacer loco?! Lo único que vas a lograr es armar un quilombo de la puta madre y no vas a solucionar nada. -No lo puedo creer. Mi angelito. Mirala! Como una puta enfiestada por tres flacos.- -Que le vas a hacer ella disfruta de sexo como quiere - me decía Carla como para darle algo de lógica a la situación -Pero es mi hija! No la puedo ver así.- -Igual... no parece que la esté pasando mal. Relajate. Sugiero que nos quedemos acá para asegurarnos de que no le pase nada malo, y me quede junto a ella mirando la escena. Mi hija seguía montando esa verga mientras que alternadamente mamaba las dos pijas que tenía en frente. Era toda una experta. Movía su cinturita de una manera extremadamente erótica haciendo que la pija se entierre cada vez mejor. Sus grandes tetas pero bien ubicadas, se balanceaban rítmicamente. Entre sus perfectos y carnosos labios, desaparecían los gruesos trozos de carne de sus amigos. ...
    ... Mire a mi lado y vi que Carla se tocaba la concha por encima del pantalón, en ese momento tome conciencia y note que yo tenía una importante erección. Evidentemente la imagen de una jovencita siendo cogida por tres hombres despertaba en mí una tremenda calentura, aunque esa jovencita fuese mi hija. Volví a poner atención en la situación y ahora había cambiado. Lore seguía montando a uno de los flacos en el piso, solo que ahora estaban enfrentados cara a cara, dándonos una espectacular vista de ese redondo y duro culito. Seguía chupando una pija, pero uno de los jóvenes había encontrado otra posibilidad. Evidentemente atraído por el perfecto culito de mi hija, comenzó a jugar con su ano. Le iba introduciendo dedos y lo lubricaba. Lorena no se oponía en lo más mínimo, todo lo contrario, relajaba su estrecho anito para facilitar la entrada de los dedos. En determinado momento se posiciono con su pija dura como un mástil en el culito de Lore y la penetro sin más preámbulos. Lore pego unos grititos al principio pero éstos luego fueron reemplazados por gemidos que denotaban un placer extremo. Mi angelito estaba siendo cogida por todos sus agujeros y le encantaba. Y yo, su padre, disfrutaba con la situación. Era perturbador. Unos momentos más tarde, decidieron dar por terminada la orgia con Lore y la hicieron arrodillarse. Uno a uno fueron pasando sus pijas por la boquita de mi hija y acabaron en su cara, sus pechos y su pelo. Era extremadamente erótica la imagen de mi dulce hijita ...
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