1. El amigovio de mi amiga Juliana


    Fecha: 27/04/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    El amigovio de mi amiga JulianaDespués de finalizar la secundaria, mantuve unos años de amistad con una de mis compañeras, Juliana; una hermosa y sensual morocha que despertaba mis ratones bisexuales, pero ella se mantenía en una postura hetero, por desgracia para mi sexualidad…Juliana salía con un lindo chico, un cordobés muy simpático y buen mozo, elegante y muy caballero. Ella me contaba que además tenía una verga enorme y que le hacía ver las estrellas cada vez que la cogía.Ese era el tema de conversación cada vez que nos reuníamos con otras amigas y compañeras, el tamaño de la famosa verga de Manuel, el noviecito de Juliana…En algunos encuentros del grupo, me pareció que Manuel me miraba demasiado; casi con deseo o lujuria; pero solamente era mi impresión.Hasta que finalmente no soporté más la forma en que Juliana describía las proezas amatorias de su novio y entonces… decidí intentar verificar si eso era verdad o ella exageraba.Según Juliana, el tipo era un amante de primera, un auténtico semental, incansable…siempre sediento de sexo y con la pija dura y erecta durante horas y horas…“La tiene así de grande” Contaba Juliana separando las palmas de sus manos unos treinta centímetros, y formando con sus dedos un anillo bastante abierto, como para decir que también la tenía muy gruesa…“Cuándo me coge, siento como si me partiera al medio” Graficaba mi amiga, haciendo que yo me humedeciera de solo imaginarlo…También me contaba que, pese a ese desmedido grosor y tamaño que ...
    ... portaba, le daba hasta por el culo y que generalmente le acababa en la boca y ella se tragaba toda la leche, que el tipo le soltaba en forma de catarata cremosa y caliente. Ese detalle al tipo lo enloquecía.“Nunca me sentí tan bien cogida” Aseveraba Juliana; la verdad es que se le notaba en la mirada.Obviamente que con todo lo que me contaba, me entraron unas ganas terribles de probar a semejante máquina de coger, tal como lo describía mi amiga. Me provocaba un poco de cargo de conciencia; por un lado no quería engañarla a ella porque era una muy buena amiga; pero por el otro…sentía unos deseos irrefrenables de comprobar sus intimidades con semejante semental…Una tarde al salir temprano de la facultad, caliente como una hoguera, no me aguanté más y fui a esperar a Manuel a la salida de su trabajo. En algún momento Juliana me había comentado ese detalle y me quedó grabado en mi memoria, como si supiera que en algún momento necesitaría esa información.Tampoco me iba a regalar tan fácilmente, como para que este tipo no pensara que yo era una puta barata; así que decidí intentar que pareciera un encuentro casual y que él diera el primer paso para levantarme y después…Al verlo salir de su oficina, avancé por la vereda y me crucé con él de frente, disimulando no haberlo reconocido. Pero por supuesto Manuel reparó enseguida en mis largas piernas, mi minifalda y mis tacos altos…“Anita!, qué sorpresa… qué estás haciendo por aquí??” Preguntó sonriendo.“Vengo de visitar a una amiga que ...
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