1. Él te observa (episodio 4)


    Fecha: 02/05/2018, Categorías: Incesto Voyerismo Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos

    ... Una era la posibilidad de que Ali hubiera quedado embarazada de mí durante aquella orgía. La otra era que Rosario o el Licenciado Gutiérrez tuvieran conocimiento de la situación. No sería de extrañar que nuestra empleada hubiera visto o escuchado algunas de las vergonzosas escenas, o que Gutiérrez –como gurú tecnológico– hubiera tenido acceso a las imágenes todo el tiempo. Hasta el día de hoy desconozco si alguno de los dos está enterado de nuestros aparentes deslices pero, en todo caso, me encargué se asegurarme de la discreción de ambos con sendos acuerdos no explicitados. A Rosario le dupliqué el sueldo. Después de todo, bien se lo merecía por su abnegada fidelidad, su honestidad y su excepcional servicio. Al Licenciado Gutiérrez le otorgué privilegios de cliente vip, incluso brindándole mis incondicionales servicios ante ciertos manejos turbios de su empresa, los cuales bien le podrían haber costado la cárcel. En cuanto a la familia… Luego de esa noche nunca más se habló del tema. Nuestras vidas continuaron normalmente, sin mirar ...
    ... atrás, como en una especie de acuerdo tácito de silencio y olvido: ¿quién querría correr el mismo destino que la mujer de Lot? Hoy puedo asegurar que nuestra desventura no ha hecho más que aumentar nuestra fe. Seguimos acudiendo todos los domingos a misa como fieles devotos. Y ya no hay vigilantes ni vigilados. Sin embargo, también puedo presentir la suspicacia de los lectores. Sé que algunos de ustedes pensarán que mi exorcismo no fue más que un autoengaño: la colocación de una venda sobre mis ojos para negar aquello que verdaderamente ocurre en la familia. Pensarán que fue tan farsesco como tapar el sol con la mano y pretender que no está ahí. Incluso sé que hay quienes pensarán que en nuestra fe estamos sublimando nuestra condenable concupiscencia, y que no somos almas inocentes que fueron poseídas sino vulgares pecadores desparramando odiosa hipocresía. ¡Pues no me importa lo que piensen! ¡Piensen lo que quieran! Después de todo, y llegado el momento, solamente tendremos que rendirle cuentas a Él: el único que todo lo observa. FIN 
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