1. En manos de tía Julia (4)


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... humillen Tía Julia lanzó una carcajada coreada por el señor Aldo, que seguía descansando de espaldas en la cama y comentó: -En serio que es muy puto este nene… Acabo de cogérmelo y quiere más… -Y le voy a dar más… -dijo tía Julia y sin miramientos me metió esos dos dedos en mi tierno y hambriento culito… -Aaaahhhh… gemí largamente y ella comenzó a trabajarme con sus dedos mágicos… Me los metió hasta los nudillos y después empezó a moverlos en redondo y a la vez hacia adelante y hacia atrás… ¡Aaaaay, qué placer indescriptible!... Yo estaba cada vez más excitado y de pronto tía Julia acercó su boca a mi oreja derecha y murmuró: -¿Tenés suficiente, putita?... -S… sí, tía Julia… Te… te pido algo… -No me pidas, Jorgito… Rogame… -Te ruego que… que me dejes ir al baño a masturbarme, tía… No doy más… -Ella río y dijo: -¿Oíste, Aldo? Está caliente la muy putita… ¿Qué te parece? ¿lo dejo?... -Sí… -confirmó el señor Aldo incorporándose: -Y vamos con él a ver cómo se pajea… -¡Genial, mi amor, genial! –aprobó tía Julia y me llevaron al baño y me sentaron en el inodoro mirando hacia la pared… -Se me ocurrió algo, Julia… -Contame… Vos oíme, putito… Acabá en la palma de tu mano izquierda y ...
    ... te tragás tu lechita… ¡Toda! ¡hasta la última gota!... ¡¿Entendido?! Semejante orden terminó de ponerme ardiendo como una brasa: -S… sí, señor Aldo… -dije en un susurro, porque hasta me costaba hablar… Y empecé a masturbarme con la mano derecha y la otra con la palma hacia arriba, lista para recibir mi semen… Estaba muy caliente, así que no tardé mucho en acabar con tía Julia besándome el cuello, los hombros… Dirigí los chorros de semen hacia la palma de mi mano izquierda, como el señor Aldo me había ordenado y vacilé un poco antes de tomar mi propia leche… -¡¿Y, putito?! ¡¿Qué te ordené que hagas?!... –me apuró él… -E… está bien, señor Aldo… -Vamos, Jorgito... A tragar toda esa lechita... –se sumó Tía Julia… Y lo hice… Fui pasando la lengua por la palma de la mano y bebiendo uno tras otro los goterones hasta que no quedó nada… Los dos aplaudieron entusiasmados y volvimos al dormitorio… -Te estás portando muy bien, sobrino… Sos un buen putito… Ahora andá a tu cuarto y a dormir… Ponete el despertador a las diez, así te vemos antes de irnos a trabajar… Te das una ducha, te ponés tu ropìta y nos ves en el comedor… -me ordenó tía Julia… -Sí, tía, lo que vos mandes… (continuará) 
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