1. Un Trabajo


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Necesitaba dinero y en casa cada vez era menos lo que me daban y me alcanzaba para comprar muy pocas cosas. Decidí buscar empleo y fui a las calles de centro de la ciudad, aunque había algunas ofertas las rechacé porque era un horario muy incómodo para andar sola por las calles del centro. Entré a un sitio más a curiosear que a buscar empleo pues hacía ya rato que me había dado por vencida. El lugar era oscuro pero me llamó la atención porque decía "Videos y más". Un poco indecisa me dispuse a entrar, miré a un lado y a otro. La multitud de las doce del día me garantizaba el anonimato así que me introduje a ese pasillo que conducía a una pequeña puerta blanca de madera. Toqué y me abrió una señora de unos cuarenta y cinco años. Aquello era un sex shop pero según me dijeron de clientela muy exclusiva y de contacto telefónico pues entregaban a domicilio penes de hule, vaginas eléctricas, muñecas y revistas entre otras cosas. Entré a curiosear y me llamaron la atención la cantidad de películas porno que tenían en la pared. Había gay, sado, hetero y de zoofilia. ¿Quieres ver alguna? me preguntó la señora. Nnnno - respondí me dio tímida-. Si quieres ver algunas la video está allá al fondo - me dijo la señora y continuó- Te dejo porque voy a llevar al mensajero unas entregas, no tardo. Cuando cerró la puerta un cosquilleo me invadió. Había espiado en el cuarto de mis primos y había visto muchas revistas y algún video porno pero no tantos como ahora y todos a mi disposición. Tomé ...
    ... uno al azar y lo puse en la video. Eran historias muy calientes, no estúpidas como la mayoría del porno, sino situaciones creíbles que hacían coger a primos, criadas, profesoras y muchas gentes que vestía común, es decir no con la parafernalia propia del porno. Me gustó tanto que saqué un pene de su empaque y empecé a metérmelo hasta que me vine, pero en eso llegó la señora y me dijo que nunca se había ido y que me estuvo observando. Me dijo que necesitaba alguien como yo para que le ayudara y a así como encontré empleo. Me llevé un par de películas a casa y claro mi pene para masturbarme en mi cuarto. No había nadie en casa así que puse la peli y empecé mi penetración. En eso sonó el timbre, era mi prima. Entró y le platiqué todo pues con ella tengo mucha confianza ya que nos hemos masturbado juntas viendo las porno de sus hermanos. Me pidió que le enseñara mi juguetito y así lo hice. Lo olió y me preguntó que si lo había estado utilizando. Sonreí y puse la peli otra vez. Estaba un jardinero cogiéndose a la esposa de su patrón en un pequeño cuartito donde guardaban la herramienta. La mujer llevaba un traje sastre gris, pues iba a trabajar y el jardinero un overol de mezclilla y no llevaba ropa interior. Mi prima se puso tan caliente que me empezó a chupar la vagina. Lo que más me gustaba de ella era su mata negra de vellos. Recuerdo que una vez que fuimos a la playa se tiró a dormir boca arriba sobre una toalla con el bikini puesto y los pelos le asomaban descaradamente. Esa ...
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