1. Aquel viernes


    Fecha: 05/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La historia que les voy a contar sucedió hace ya 3 años cuando tenia 18, era viernes por la tarde y yo me encontraba despidiendo a una amiga con la que había ido a tomar un café aquel día a una plaza comercial cerca de mi casa, al quedarme solo en la estación del autobús decidí regresar a la plaza a perder el tiempo. Subí hasta la planta más alta del lugar para admirar al gran numero de chicas jóvenes que se reunían con sus compañeros del colegio en un centro de videojuegos pero al poco tiempo y aburrido por mi soledad regrese hacia las escaleras en dirección hacia la planta baja para retirarme a mi hogar. Fue entonces cuando vi a una señora de unos 40 años bajando las escaleras, con un bolso colgado a sus finos hombros, llevaba puesta una blusa sin mangas de color negro que al parecer era de una tela ajustada lo que hacia que sus senos parecieran más grandes de lo que realmente eran y marcándose sus pezones claramente. En la parte inferior vestía unos pantalones de vestir también color negro cuya costura remarcaba y levantaba su enorme trasero, y digo enorme por que sin llegar a parecer grotesco era de un tamaño considerable, redondo y alzado. Culminaba el cuadro con unos zapatos de tacón negros y medias color natural. Lo único que resaltaba de su oscuro atuendo era un cinturón de pedrería color plata que colgaba sensualmente de las caderas de tan soberana hembra. Su andar era provocativo y atrevido, mas que una madame de respeto parecía una chica en juventud sin llegar a ...
    ... verse ridícula. De esta manera la seguí por las escaleras hasta llegar a la planta baja de la plaza, ahí ella se detuvo en un local de joyería, yo para que no se percatara de mi presencia seguí mi camino hasta sentarme en una banca de la plaza un poco mas adelante. Fumaba un cigarro cuando de pronto la vi acercándose a mí, no lo podía creer pero era real, la señora sin reconocerme (pues creo que nunca se percato de mi presencia) se sentó a mi lado y cruzo las piernas, moviendo sus pies de manera nerviosa lo cual me hizo imaginar que esperaba a una persona. Al sentir su cuerpo caliente a mi lado, mi excitación fue creciendo y con ella una erección parecía apoderarse de mí. Entonces pensé que no podía perder la oportunidad de conversar con tan enigmática dama. Le pregunté la hora a lo cual respondió con una mirada de desprecio hacia mi persona, sin siquiera dirigirme la palabra, eso en vez de desanimarme aumento más mi excitación. En ese momento se levantó la banca y al momento de hacerlo cayó al piso su teléfono celular, yo amablemente lo recogí y se lo entregue, cruzamos miradas y con su boca pintada de un color café con brillo, saco su lengua para lamerse el labio inferior, no me dijo gracias siquiera. Entonces tomó mi mano derecha y como si fuera su hijo me pidió que la acompañara, yo atendiendo a la excitación que sentía olvide todo y me deje llevar. Así en el camino intente abrazarla y besarla cosa que rechazo, dándome un par de cachetadas, ella solo me dijo que si quería ...
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