1. Repartiendo pizzas


    Fecha: 06/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... masculina"--dije-"Sí" El resto de la conversación os la podéis imaginar. En un momento le dije que si en algún momento necesitaba hablar u otra cosa que me llamara. Al día siguiente lo hizo. Yo no esperaba que fuera tan pronto, pero al parecer estaba muy caliente. Cuando llegué a su casa ya había decidido intentarlo, aunque sólo se me ocurrió una manera muy drástica. Tras un rato de conversación me ofreció un refresco, acepté y fue a buscarlo a la cocina. En ese momento me quité toda la ropa a toda velocidad y me quedé absolutamente desnudo. -"¡Raúl!"- Dijo al verme -"¡Pero qué haces!"---Yo había preparado decirle algo como, si necesitas algo yo puedo dártelo ,o, siempre te deseé pero no me atrevía a hacer nada. Pero no me salían las palabras. -"Espera!"- le dije acercándome -"Sólo quiero que sepas que me tienes para cualquier cosa, cualquier cosa"-- La frase no fue literalmente así , pero qué le voy a hacer. Cuando llegué a su altura solo le dije "Te mereces que alguien se esfuerce por estar contigo y darte lo que necesites". Ella estaba asombrada pero cuando llegué a su altura me abrazó. Me abrazó fuerte y eso me dio confianza. Le cogí la mano y sin dejar de mirarla a los ojos puse su mano en mi pene. Ella empezó a decir:"Pero soy tu tía, si alguien..." la interrumpí besándola en la boca. Ella me respondió el beso y no apartó su mano de mis genitales. La seguí besando con toda la pasión que pude, bajé por su cuello mientras ella se arrimaba a mí. Le quité la blusa y los ...
    ... pantalones mientras mi miembro iba creciendo y creciendo. Ella seguía murmurando que eso no estaba bien y eso me excitaba aún más. Ella empezó a masturbarme mientras yo le acariciaba los pechos y los costados. Cuando mi miembro estaba en su plenitud bajé hacia sus muslos besando con mis labios cada uno de sus rincones. Al llegar a su coño comencé a lamerlo suavemente y lo besaba continuamente. Era delicioso. cuando estuvo bien lubricado introduje mi pene y ella reaccionó arqueándose hacia atrás. La penetré rítmicamente despacio al principio y más rápido según avanzábamos. Mientras follábamos le besaba constantemente. El olor era increíble, te excitaba más aún. Restregamos nuestros cuerpos y ya había aparecido el sudor que se mezclaba. Estaba casi listo para correrme, pero ella me dijo que no, porque no teníamos preservativos, así que se la sacó y empezó de nuevo a masturbarme. Ella movía su mano rápidamente de arriba a abajo por mi pene y me volvía loco. Yo me puse a masturbarla también. Me tumbé y ella se puso a mi lado. Nos masturbábamos mutuamente mientras nos besábamos, y sentía en mi boca los suspiros de gozo que le provocaba mi mano en su clítoris. Según yo le masturbaba más deprisa más deprisa lo hacía ella. sus duros pezones rozaban mi costado y me hacían el masaje más placentero del mundo. Al final no pude contenerme y exploté mientras mi lengua se unía a la suya en un húmedo beso. Se tumbó al lado mío y estuvimos un rato así. Nunca había tenido una relación tan ...