1. De como inicie mi gusto por las mujeres gorditas,


    Fecha: 24/09/2017, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Primera Vez Autor: chikistrikis, Fuente: xHamster

    ... antebrazos. No fue muy largo el momento de su osadía en esta posición, jalándome mas aun de las nalgas me coloco al alcance de su boca y engullo sin mediar palabra la punta de mi verga dura, colorada, adolorida ya por lo intenso del momento.Creí que para ese momento estaba a punto de morir y me seria justo y merecido caer sacrificado a la entera voluntad de mi putísima diosa pagana. Con el mete y saca de mi alborotada y adolescente verga dentro de su boca pude contemplar desde mi posición que bien podía tragar mi pedacito entero aquella bocaza divina y le concedía capacidad para engullirme por entero a mi mismo.El espejo de su tocador nos contemplaba fijamente frente nuestro y hasta entonces sobre el espejo note la mirada amenazante de otro hombre en esa habitación. Era la mirada fija de su esposo en la fotografía recuerdo de su unión conyugal con la Sra. M… hacia al menos 25 o 30 años. Desde el cuadro nos miraba fijo, impávido mirando a su ex esposa y en sus propios ojos a la Sra. M… y a mi repetir el acto que seguramente contemplo la imagen de la Sra. M… hacia un año cuando lo encontró con su amante.Haciendo caso omiso a esa amenazante mirada, continuamos con el jueguito aquel que me trastornaba por completo transportándome inevitablemente a un estado de semi inconciencia por las oleadas brutales de éxtasis que me aturdían. Sentí la gloria, con la temperatura interior de esa boca rodeando mi pene erecto prodigándome interminables caricias celestiales. La Sra. M… notando ...
    ... mi extremo grado de excitación me dio un ligero empujoncito, se incorporo lanzando un profundo suspiro al aire y acercándose al tocador, extrajo del cajón superior un sobrecito al que le rasgo la cubierta y extrajo un objeto redondo mientras se acercaba y se hincaba ante mi, (hasta entonces supe que y como era un preservativo) mismo que procedió a colocar con mucho cuidado sobre mi pene erecto hasta quedar satisfecha y me dio un ligero empujoncito, cayendo yo de nalgas en la cama, me indico deslizarme hacia el centro del colchón mullido y ya algo hundido por el cansancio de los añosCrujiendo se quejo al recibir el peso de los dos cuerpos y contemple en esa posición la humanidad de esa mujer que amenazaba aplastarme sin piedad en cada paso que daba con sus rodillas apoyadas a mis costados y la acercaba haciendo desaparecer mi cuerpo bajo ella, apoyándose con una mano a mi costado izquierdo a la vez que se reclinaba hacia mi cara, yo seguramente abría los ojos desorbitados temiendo la asfixia bajo ese voluminoso cuerpo. Con su mano izquierda tomó mi ansioso pedacito y lo condujó decidida a su húmeda y profunda raja, infierno ardiente de placer.-Mi niño, quiero que sientas esto porque yo te quiero sentir-Acto seguido la cabeza de mi verga percibió el calor candente de su intimidad húmeda y milímetro a milímetro fue dejando caer su cadera, descendiendo verticalmente, exacto el descenso, programado el movimiento, su grupa sobre mí fue bajando hasta que aquel chochazo gentilmente ...