1. Mi padre y su amigo - Parte 3


    Fecha: 13/05/2018, Categorías: Dominación Incesto Autor: White Wolf, Fuente: CuentoRelatos

    ... apretarme los pezones y darme pequeños pellizquitos. Su mano bajó hasta mi cosita y empezó a masturbarme. Tenía dos dedos sobre mi clítoris moviéndolos de un lado a otro, en círculos y bajaba hasta el agujerito para mojar sus dedos con mi lubricación. Mi respiración era cada vez más agitada, me agarraba a un brazo de papá y empezaba a gimotear sin dejar de mirarle. Primero me metió un dedo, luego dos, y más tarde tres dedos. Costó meterme tantos dedos pues, mi vagina no ancheaba más. Papá me masturbaba y yo gemía cada vez más y más alto. Me sentía tan caliente... con tantas ganas de que papi me metiese esa polla que se rozaba con mi costado... Con la mano que tenía libre me tapó la boca y con la otra, que estaba dentro de mí, me tocaba cada vez más rápido y fuerte. Mientras tanto yo me removía entre las sábanas, no aguantaba más pero quería que papá me la metiese antes de que me corriese. Al parecer, él no tenía el mismo plan. Se irguió poniéndose de rodillas pero sus manos seguían en la misma posición. Me revolvía tanto que papá cambió de lugar la mano que tenía en mi boca, para ponérmela en el cuello. Después de un rato, papá no aguantó más. Sacó los dedos de mi cosita, me giró bruscamente dejándome a él entre mis piernas y me metió su polla de golpe. Ambos gemimos, aunque de forma diferente: su gemido fue como un rugido, y el mío una mezcla entre susto y placer. Empezó a moverse encima de mí con una mano apretándome el cuello y dejándome sin respirar por momentos. Me ...
    ... embestía una y otra vez... lo notaba todo, tan apretado pero mojadito… es algo inexplicable. Después de un rato, metiéndome su polla a golpes, se irguió un poco más quedándose de rodillas frente a mí. Me agarró de la cintura con sus grandes manos y me empujó hacia él, clavándomela de nuevo, pero esta vez elevaba mi cadera para que le quedase a la altura. Me follaba una y otra vez, no paraba... generalmente me agarraba de la cadera para que no me escurriera pero otras, me tocaba la tripa como esperando sentir su polla ahí... sobresaliendo. De un momento a otro me azotaba las tetas, me las pellizcaba hasta que mis pezones se pusieran duritos para luego metérselos en la boca y lamerlos. Mis piernas comenzaban a temblar y cada vez me costaba más mantenerme en aquella postura. Papi lo debió de notar ya que al poco de verme así se levantó y se puso de pie al lado de la cama, me cogió fuerte de la cadera y me volteó bruscamente quedándome de espaldas a él, con los pies en el suelo y el pecho apoyado en la cama. Se agachó, me abrió el coñito y me lo lamió repetidas veces. Ya no se podía diferenciar su saliva de mi lubricación. Lo hacía tan bien... que me era imposible no gemir. Me agarraba a la sábana de la cama e intentaba aguantar un poco más sin correrme, pero cada vez me era más difícil. Luego, se levantó y me la metió de golpe otra vez. Si gemía muy alto me daba una cachetada, mientras tanto me agarraba del pelo y me follaba fuertemente. Cuando me soltaba el pelo, giraba mi cabeza ...