1. Con un indigente en su cuchitril


    Fecha: 14/05/2018, Categorías: Hetero Autor: Svett, Fuente: CuentoRelatos

    Una mañana iba manejando mi auto despacio, buscando una casa comercial de productos químicos para comprar un veneno para termitas, que se estaban comiendo un árbol de limón en mi patio trasero; en una calle curvada bajé más la velocidad y vi a un hombre que venía por la banqueta cerca de la calle, en sentido contrario caminaba un indigente pero pegado a las construcciones. Me moví hacia el hombre para preguntarle si sabía donde estaba la casa comercial, pero cuando casi llegaba a él, el indigente le dio un empujón que hizo trastabillar al hombre y casi caía a la calle; me frené y vi que el hombre volteó a ver al indigente y parecía que iría tras él, pero se quedó en el intento, solo se le quedo viendo con las manos en la cintura mientras el desfavorecido siguió su camino como si nada. Andé mi auto y me puse junto al hombre preguntándole si estaba bien. Me dijo que sí y que pensó en darle unos cates pero se arrepintió al verlo en fachas, que pobrecito y que quien sabe que tanto estaría sufriendo ya. Entonces le pregunté al señor por el comercio y me dio instrucciones para llegar, iba en buena dirección pero 2 calles adelante. Seguí manejando y en el camino vi al indigente haciendo ademanes y hablando con él mismo, me pregunté si no intentaría hacer algo malo contra otros caminantes y de eso me daría cuenta más adelante. Llegué al lugar comercial que buscaba y estacioné mi auto, al bajarme cruzó una señora con su hijo de brazos y se dirigía al indigente; pensé en lo peor y ...
    ... entonces caminé junto a la señora por si el deshilachado hombre intentaba algo contra la señora, me metería a defenderla. Y así fue, llegando frente al indigente, este su puso a estorbar el camino de la señora, que se movía a donde la hacía la señora con su bebé. Le hacía burlas con palabras y con risas, entonces yo tomé mi bolso de la correa y me acerqué al tipo, dándole un tremendo bolsazo en la cara; yo trataba de darle en la espalda pero el tipo se movió rápido y ahí fue el descontón. Ya saben cuántas cosas traemos las mujeres en las bolsas jajajaja. El caso es que el golpe hizo que el tipo cayera en la acera y se puso a llorar como niño, lo que aprovechó la señora para huir, dándome las gracias por la ayuda. Me puse amenazante ante el ahora llorón indigente y le dije que no se atreviera a molestar más a la gente; Me dio ternurita ver al pobre tipo como un bebé aterrado queriendo huir de una monstruosa bruja mal encarada y entonces sentí pena por él porque quien sabe que tan atormentada era su vida que lo llevó a estar en la situación de calle. Entonces empecé a hablarle con cariño y en actitud amistosa para que se calmara, me acababa de decidir a ayudarle a componer su vida si fuera posible, o al menos hacerla más llevadera. Ya que se tranquilizó se dejó ayudar a levantar y le dije que si lo podía llevar a su casa, él me dijo que sí y le pregunté donde vivía. Me indicó con el dedo hacia una dirección y me dijo que vivía lejos. Le ofrecí entonces llevarlo en mi auto y aceptó, ...
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