1. Otra vez sobre la espalda de Solange


    Fecha: 17/05/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Otra vez sobre la espalda de SolangeHabía tenido sexo anal con mi cuñada Solange cuando ella nos visitó en Los Angeles. Naturalmente, jamás se enteró mi dulce Anita que me había cogido a su hermana…Unos meses después de eso, Ana y yo regresamos por una semana a Buenos Aires, con la idea de visitar amigos y parientes cercanos. Mi cuñada Solange estaba entre estos últimos…Esta vez le tocó a ella recibirnos en el aeropuerto al llegar. Luego de abrazarse y besarse con Ana, Solange me dirigió una mirada algo fría, pero me besó y abrazó efusivamente… casi con bastante calentura.Pasamos unos lindos días visitando amigos. Un sábado a la noche, una amiga de Anita nos invitó a una fiesta por su cumpleaños. Solange y otros amigos en común también serían de la partida.La fiesta era en el jardín de una antigua casona enorme, en las afueras de la ciudad. Había canilla libre, así que muy pronto nuestro grupo comenzó a transitar todas las posibles etapas de una buena curda, comenzando por la algarabía y la locuacidad, después afloró el exceso de cariño y algunos finalmente terminaron en el proceso depresivo… Solange fue una de las más afectadas, pero al principio Ana y yo no lo notamos.Así empapados en alcohol como estábamos, Ana y yo fuimos a la pista de baile dentro de la casona y comenzamos a movernos sensualmente al compás de la música lenta.Luego comenzó a llenarse de más gente el lugar y me encontré con mi esposa en mis brazos, besándonos como adolescentes y manoseando nuestros ...
    ... cuerpos en la relativa protección que nos daba la oscuridad y los juegos de luces.Después de calentarnos mutuamente por un buen rato, Ana me tomó de la mano y nos refugiamos en el parque, en un lugar bastante escondido entre unos arbustos.Hice que Ana apoyara sus manos contra un árbol y yo me ubiqué a sus espaldas, levantando su vestido y deslizando su breve tanga hasta sus tobillos. Enseguida saqué mi verga endurecida y la apoyé sobre los labios vaginales de Ana. Ella no necesitaba ninguna preparación previa, su concha húmeda me dijo que estaba lista para recibir mi verga sin perder más tiempo. Siempre nos excitó a ambos coger en un lugar público, a la vista de cualquiera que pudiera descubrirnos…Estaba concentrado en los gemidos de Ana, que recibía mis tremendas embestidas, cuando me pareció oír ruidos detrás de nosotros. Sin dejar de bombear la dulce y cálida concha de Anita, giré mi cabeza para ver quién era el que nos miraba.La sorpresa fue encontrar a mi cuñada Solange parada ahí, a unos pasos, mirándonos con expresión azorada mientras Ana y yo cogíamos apasionadamente.Le hice un gesto para que no dijera nada y se fuera de allí. Solange obedeció parte de mi pedido, ya se quedó callada pero mirando sin moverse del lugar. Yo seguí entrando y saliendo de Anita, acrecentando mi ritmo hasta acabar dentro de su húmeda vagina.Cuando giré mi cabeza, Solange ya se había apartado y pude verla alejándose de manera algo tambaleante. Ana y yo nos acomodamos la ropa, pero no le dije nada ...
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