1. Sexo en la oficina (4 - Final)


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... se sacaba su hermosura totalmente erecta como a mí me gusta ver su ricura, me acerqué lentamente a él abrazándonos nuevamente, coloque su enormidad entre mis piernas aprisionándola entre ellas y mi vulva, su linda macana asomaba su glande por abajo de mis nalgas y se humedecía del licor vaginal que de mi raja brotaba mientras nos besábamos como desesperados chupándonos mutuamente nuestras lenguas. El licenciado me chupaba las tetas y acariciaba la parte alta de mis muslos, nalgas y espalda, me hizo girar y coloco su tolete entre mis piernas y nalgas, con una mano frotaba mis chichitas y con la otra mi vellosidad, yo movía mi cadera tratando de masturbarle su enormidad y con una de mis manos le sobaba la cabeza de su lindura sexual que salía por debajo de mi pelambre pubico, no pude aguantar mas y deshaciendo la pose giré al tiempo que me agachaba para colmar de besos su vergota que se encontraba llena de mi secreción íntima, le lamí todo mi liquido vaginal llenando de sonoros besos la bella bolsa que guardaban sus estupendos güevotes, sin mas metí la cabeza de su rico pene en mi boca mamándoselo con lujuria desmedida metiendo una buena porción de verga hasta llegar a mi garganta, mientras le masturbaba el gran trozo del tronco de su vergón que quedaba fuera de mi boca y con la otra mano le acariciaba sus lindos güevotes, así duramos varios minutos, aun era temprano para que se viniera en mi boca, había que prolongar ese delicioso placer, así que me puse de pie y me coloque el ...
    ... vestido abotonándolo él mismo, luego le di otros besitos en su poderoso órgano viril y traté de guardárselo dentro del pantalón sin lograrlo por la tremenda erección que tenia su suculento tolete, así que salí de la oficina, sentía que me temblaba todo el cuerpo por la extraordinaria excitación que tenia. Ese día, todas las veces que entraba a su oficina hacia la misma operación de quitarme el vestido para quedar encueradita ante él, quien me chupaba las nalgas y mi culito, las tetas, mi vulva, los vellos de mi panocha, etc., haciendo amagos de quererme coger y yo a él le mamaba la vergota, lamía y besaba sus adorables güevotes, lo hicimos no menos de 15 veces durante el día, creo que me la pase mas tiempo encuerada que con el vestido puesto. Se acercaba la hora de salida, sería mi última entrada en el día de hecho entre sin motivo, el único motivo sería buscar su eyaculación en mi boca para saborear y tragar la mayor cantidad de semen que me fuera posible. Como lo había estado haciendo durante la mañana, al entrar me quite el vestido y él se sacó su monumental vergota procediendo a hacernos el sexo oral, besó y lamió cada centímetro de mi ardiente cuerpecito en especial las zonas erógenas de la mujer, incluso tirados sobre la alfombra hicimos el 69 montándome sobre él, no pudimos resistir el deseo de coger, aunque originalmente solo sería sexo oral, me puso empinada sobre el escritorio y me penetró por la vagina bombeando innumerables veces mientras me frotaba el clítoris y ...
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