1. Descubriendo a mi esposa


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Eran las ocho de la noche y llegué a mi casa después de haber cancelado un viaje sin mucha importancia, la casa estaba invadida por un silencio sostenido, cuando respiraba sentía que se rompía ese encanto nocturno y sin darle importancia subí por las escaleras que conducen a la recamara, donde suponía que mi mujer descansaba, al ir subiendo sentí un creciente murmuro que se extendía por cada escalón que conquistaba, al llegar arriba asomé por la puerta de la recamara y la vi vacía pero el rumor que despedía la planta alta era más intensa, por lo que supuse que mi mujer estaba en el baño tomando una ducha, entonces entré en silencio al cuarto de baño y asistí a la escena que cambió mi vida, a través de la cortina que traslucía el fondo de la bañera vi a mi mujer en medio de dos hombres, desnuda, con el pelo suelto mojado y su boca abierta mientras los dos hombres la mordían por todo el cuerpo y la recorrían con sus lenguas por todos los resquicios de su piel morena, se arrodillaron uno frente a ella y otro atrás y empezaron a lamerle las piernas hasta llegar a su sexo, la penetraban con la lengua en la vagina y en el culo, al mismo tiempo mientras ella acariciaba sus cabellos y despedía gemidos que recorrían el baño y se escapaban para todos los rincones de la casa y que en mí tenían un efecto hipnotizador que me paralizó y me sacó de la realidad hasta hoy. Luego se pararon y empezaron a besarla al mismo tiempo, era algo indescriptible, las dos bocas de ellos recorriendo la de ...
    ... ella, sus lenguas adentro de su boca, las tres lenguas húmedas en el espacio ardiente de la boca de mi mujer, mientras se besaban apretaban sus cuerpos contra ella y las cuatro manos de los hombres recorrían su cuerpo pequeño y bronceado, sus pechos redondos y grandes y los pezones de ella estaban estirados como nunca. Ella se hincó entre los dos y empezó a mamarlos desesperadamente, metiendo los dos penes en su boca de una manera salvaje, en momentos desconocía a la mujer que estaba viendo, luego entendí que esa que estaba en pleno éxtasis era la verdadera Mara y no la que yo tenía por convención. Duró casi media hora con esos penes en su boca hasta que los dos explotaron y ella se tragó todo el semen que despidieron, era increíble verla saboreando ese líquido sobre sus labios, luego se incorporó y en medio de los dos empezó a besarlos abrazada a ellos, se reía con una libertad desinhibida que sólo da la confianza por lo que supuse que llevaba haciendo eso mucho tiempo e increíblemente creció mi excitación. Salí del baño y fui a la recamara a esconderme, entré a al closet y esperaba que siguieran ahí. Ella entró sola a la recamara y estuve tentado a salir pero mi excitación era más fuerte que mi orgullo y dejé que siguiera el momento. La vi envuelta en una toalla blanca mientras sacaba la ropa que se pondría y la acomodaba en la cama con una dedicación que hacía suponer su deseo de hacerlo, se puso unas medias con liguero blanco y un vestido blanco pegadísimo y unos tacones ...
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