1. Esto si es amistad


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... juntos, y que agradecía mucho lo que estaba haciendo por ellos... ADEMÁS ME LO AGRADECE. Efectivamente apareció el domingo en mi casa, vivo solo en un pequeño apartamento de estudiantes, que costeo diseñando paginas web, y alguna chapucilla con la vecindad. Entró y la invité a tomar algo, no aceptó y la revisé de arriba abajo, llevaba una preciosa blusa blanca que marcaba sus curvas, junto con una reducidísima minifalda, estaba preciosa, hablamos un rato sobre cómo se sentía, sobre cómo lo íbamos a hacer, sobre cómo actuaríamos al volver a vernos. Ella estaba encantada, con la idea de hacer el amor conmigo, por lo visto siempre le he gustado, pero seguía enamorada de Juan y no iba a dejarlo por nadie, ella intentaba marcar algo la distancia, pero con la misma simpatía de siempre. Entonces empezó el movimiento, me senté más cerca de ella, le sujeté la cara con la mano, y la besé, con dulzura al principio, y con lujuria después mientras pasaba mi mano por su pierna, qué piel tan suave era un muslo terso y firme endurecido del ejercicio y parecía inacabable, cuando llegué al fin a la tela de la minifalda introduje mi lengua en su boca, era increíble que ella me siguiera el juego, jamás lo habría imaginado. Enseguida encontré la tela de sus braguitas y... ups sorpresa, estaban empapadas, rezumaba flujo como sólo hace una hembra en celo, viendo cómo estaba la cuestión, nos levantamos del sofá, y empecé a desnudarla sin prisa, mientras la acariciaba y besaba, uf, qué suave su ...
    ... piel, creo que nunca había sentido eso al tocar a una mujer, no se apreciaba ni un pelo ni un solo vello en toda su piel, blanca y suave. Cuando ya nos abrazábamos desnudos ella acarició mi pene, se sorprendió al principio, y se acabó sentando, fue una parada en seco. Dijo que no merecía la pena intentarlo, que era imposible que mi polla entrara en ella, dado que era del estilo de la de su novio, ja ja, me reí un buen rato mientras le explicaba, que eso no importaba, que ya vería de lo que era capaz su cuerpo, qué buen rato aquel. Me volvía a acerca a ella, la besé con ternura y la cogí en brazos, la puse sobre mi cama, y le dije con una sonrisa que ya no tenía escapatoria. Empecé a jugar con sus pequeñas tetas, apenas perceptibles cuando se tumba, las besaba y la acariciaba, me divertí un buen rato con sus pezones, hasta que se pusieron morados y duros, seguí bajando por su abdomen, sin un solo gramo de grasa, jugué otro rato por sus costado y por su ombligo, daba largas pasadas con mi lengua hasta volver a los pezones. Por fin empezó a suspirar, se estaba relajando mucho y era el momento de utilizar mi lengua en otros sitios más placenteros. Bajé hasta su rajita, recién depilada, con un poco de vello, negro como su cabello, muy corto y cuidado, le di un pequeño beso en su chochito y se arqueó un poco, pidiendo más, empecé a pasar mi lengua despacio por su abertura hasta que se abrió un poco, entonces vi su clítoris grande y duro, lo aprisioné con mi boca y lo chupé un largo ...