Las primeras aventuras de lizy II - Relatos Eróticos

Las primeras aventuras de lizy II

... en que otra parte me dijiste Yuyu – aquí en mi colita Vecino – ¿aquí? Y puso toda su mano en la colita de la niña sobando de arriba abajo metiendo su mano desde atrás hasta tocar sus labiecitos vaginales yo ya había metido mi mano en mi conchita pues la situación se había tornado muy morbosa y tenía que calmarla Podía notar, pero con dificultad que el vecino movía los dedos sobre su conchita de por medio vestidito y calzón, Vecino – mira tu crees que sea esto lo que te empuja – agarrando una mano de yuyu se la llevo a su paquete para que ella se lo sobara guiada por las manos de él ella no hizo nada por apartar su mano mas bien como que la sobaba – ay que envidia como deseaba yo estar tocando ese bulto, mientras yuyu seguía sobando por encima del pantalón la verga de su vecino, él apuraba sus manos subiendo el vestidito de la nena Yuyu – vecino y que cosa es esto que tiene aquí Vecino – ese es un aparato multifunciones sirve para muchas cosas, es como un sensor de temperatura, a la vez que también sirve para bajar algunas calenturas es también un dispensador de leche paterna en fin multiusos – ella no soltaba la tranca yo ya había aumentado el ritmo de mi mano sobre mi sexo y tenía la boca reseca por la lujuria Vecino – quieres verlo – ay dios mío se me iba a dar poder ver una verga bien dura bien parada ya que solo las había sentido sin poder apreciarlas bien, mi boca estaba seca mis ojos a la expectativa mis manos apretaban con mas lujuria mi sexo; se notaba que yuyu ...

... estaba súper excitada ante la expectativa no se si para ella esta iba a ser la primera verga que miraba, pero estaba igual o mas emocionada que yo El bajo el cierre de su pantalón muy lentamente sin quitarle la vista a yuyu metió la mano dentro de su pantalón movió su mano como queriendo atrapar su cipote los ojos de yuyu se hacían cada vez mas grandes un movimiento rápido y fuazz saco su tranca del pantalón a yuyu casi se le salen los ojos de sus orbitas de la emoción y yo ni que decir quería salir de donde estaba para agarrar y palpar todo ese cipote cuan largo era. Yuyu – ay que grande que es esa cosa – dijo eso tocando con la punta del dedo índice la cabeza de aquella verga que se miraba preciosa el pervertido vecino metía una mano debajo del vestidito de la nena que a esas alturas estaba que ardía tanto o mas que yo ella recorría la cabeza con su dedo índice poniendo mucha atención al ojito que tenía en la punta lo tocaba con la yema de su índice, recogía un poquito del líquido salía de ahí luego tentaba su viscosidad ayudada por el dedo gordo mientras que el vecino no dejaba de hurgar los labios vaginales de la chiquilla por encima de sus pantaletitas yo ya había agarrado faena con mi conchita los zumos recorrían mis muslos llegando hasta el piso Yuyu – ¿y cómo es que eso mide la temperara? ¿Por este hoyito? Vecino – no mi hijita, mira así (tomo su verga con una mano mientras que con la otra jalaba a la nena de la cintura a la vez que la subia el vestido hasta el cuello ...