1. Realidades y fantasías con mi secretaria


    Fecha: 20/05/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hablando de claves el archivo de P. F. con el que identifico a este relato es obvio. En respuesta puedo decirte que me encantó tu relato, la verdad fue un excelente inicio, tal como lo fue (y como lo expresas tú en correctas palabras) la primera vez que hicimos el amor, yo lo diría, en palabras más vulgares, la primera vez que cogimos. Ese día también es para mí muy especial. El antecedente y como bien hiciste referencia en alguna ocasión, lo fue cuando tuve que ir a presentar datos y papeles para una identificación a la que te pedí que me acompañaras para que me auxiliaras en caso necesario, la verdad esa petición fue del todo intencional. Recordaras que con anterioridad ya nos saludábamos cordialmente pero a raíz del cambio de trabajo, al lugar que ya sabes, incluso empezamos a saludarnos y despedirnos de beso en la mejilla, esa situación alentó más mis fantasías y propósitos contigo. Las alentó no porque me hubiera fijado en ti en esos momentos, sino que, desde que fuiste mi ayudante por primera vez, advertí en ti a una persona de muy buena presencia y de muy buen cuerpo (que pude comprobar en todos los sentidos y por todos tus agujeros), que mejoró considerablemente después de tu embarazo. No te miento al contarte que fuiste en esa época parte de mis fantasías sexuales, pues si supieras y ahora lo sabes por que me atrevo a contártelo, me masturbaba frecuentemente pensando en ti y en como sería realmente todo tu cuerpo, tus senos, tus nalgas, tus piernas; me gustaba ...
    ... como te vestías sobre todo con un pantalón azul que se te pegaba al cuerpo, que en determinadas posiciones y estando sentada se notaba que tenías muy buenas piernas y mejores nalgas, también con una falta negra larga que estando parada resaltaban tus nalgas bien paraditas, falda con la cual, si mal no recuerdo, fue con la que te dije en una ocasión que te veías muy bien. Si por mí hubiera sido y hubiera sido más atrevido, la verdad desde esas épocas me hubiera gustado estarte cogiendo. Él hubiera no existe y no se dieron en ese momento las condiciones, tal vez fue lo mejor. Aunque quiero decirte con esto que desde esos momentos ya me gustabas para meterte la verga en tu boca, en tu vagina y sobre todo, en el lugar donde más me gusta a mí, en tu culo, el cual como siempre he comprobado con mi lengua y con mi verga, es exquisito y aguantador. Tampoco quiero dejar de contarte que en esa época compre un video pornográfico, en el que aparece una muchacha morena que en el cuerpo, me imaginaba, se parecía mucho a ti. Viéndolo más pensaba en ti fantaseando que eras tú y el hombre era yo. De las imágenes de dicho video es de donde saque otra de mis fantasías, hacer el amor en la mesa de tu comedor y en tu casa, despedida que por cierto aun me debes. Parodiando las imágenes, apareces recostada y con las piernas bien abiertas y apoyada en la mesa, yo me encuentro inclinado realizando una mamada, por un buen rato en tu vagina, lamiendo y mordiendo tu clítoris hasta que alcanzas el orgasmo ...
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