1. La historia de mi primer trío (2)


    Fecha: 20/05/2018, Categorías: Sexo en Grupo Bisexuales Autor: Fannyco, Fuente: CuentoRelatos

    ... que caliente, por lo que decidí seguirle el juego, mi único problema en ese momento era mi ropa interior desmotivante, y pensando en eso solté una carcajada, me preguntó que qué era lo gracioso y no pude ocultar la verdad, prefería decírselo con un poco de humor a que le cortara el ánimo de tajo al descubrirla. Para mi sorpresa no reaccionó nada mal, sino todo lo contrario, me volteó boca abajo con fuerza y empezó a agasajar mis nalgas, me quitó el cachetero de a poco y comenzó a besar la unión de mis muslos con mis nalgas, podía sentir su respiración en mis partes y eso me estaba calentando demasiado, sentía mis fluidos corriendo por entre mi clítoris y él aún no llegaba a hacer contacto directo con mi sexo, se paseó un rato por mi entrepierna hasta que ya no pude más, me empujé con el cuerpo para restregarle todo lo que provocaba y su lengua me causó el alivio instantáneo, las contracciones de mi cuerpo empezaron con el más ligero roce de su lengua con mi clítoris, pero no quedó ahí, esta vez no se detuvo, siguió chupándome en cada contracción, lo que me provocaba muchas más y procedió a introducir sus dedos en mi vagina, esos dedos fueron la gloria, presionaba las paredes de mi interior a cada movimiento, no paraba de mojarme mientras él se lo comía, como pude me incorporé al juego de nuevo, tenía aún mucha sensibilidad, pero no parecía terminar su ritual, de pronto sacó los dedos llenos de mí y los introdujo en mi boca, probé mi sabor, era delicioso, un poco salado, de ...
    ... nuevo supo hacer exactamente lo necesario para calentarme al máximo y continuó jugando con sus dedos en mi boca, pretendiendo que era su pene. No pude darme cuenta en qué momento se acomodó, pero sin ningún aviso ya me estaba embistiendo, yo seguía algo sensible y no había tenido mucha oportunidad de reponerme, pero el sentir su pene tan duro dentro de mí, entrando y saliendo a gran velocidad comenzó a surtir efecto, no podía hacer más que levantar mi trasero cada vez más a manera de agradecimiento, me tenía loca, gimiendo como puta, jadeando hasta quedarme sin aire, me agarraba las caderas y las apretaba fuerte, me tomaba del cabello con una mano y con la otra me apretaba una teta aún con el sujetador puesto, me gustaba su brusquedad, me gustaba que me diera fuerte, me gustaba tanto que me tenía rogándole que se corriera dentro, que me dejara llena y satisfecha cuando de pronto, sentí todo su calor en mi interior, eso me bastó para estallar en gemidos y comenzar a retorcerme, no sé cómo lo hacía pero nunca me dejaba a la expectativa, se tendió a mi lado exhausto pero satisfecho, tratando de tomar aire mientras yo me regocijaba con las punzadas que aún tenía en mi clítoris, seguía gimiendo, seguía sintiéndolo todo. Desperté desorientada en una habitación que no era la mía, un poco asustada al inicio, pero al verlo dormido al lado mío me tranquilicé, sólo para luego pegar un salto desconcertada, yo no hago eso, no duermo con amigos, de hecho, no duermo con nadie, no recordaba en ...
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