1. Con la misma moneda


    Fecha: 20/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Hola a todos soy Laura, de 25 años, mido 1.72 mt, piel blanca, tengo buen cuerpo porque lo he cultivado con ejecicios y dietas. Quiero relatar como me acosté con el vecino, un lindo hombre moreno fuerte, cuando con mi marido peleabamos por sus infidelidades. Quiero indicar que este encuentro no fue planeado, pero lo disfruté mucho. Resulta que mi marido tenía como tres noches de no dormir en casa, pues habíamos peleado fuerte porque supe otra de sus infidelidades, yo lo había sacado de la casa y el ni siquiera se había comunicado conmigo. Nosotros vivimos en un edificio de apartamentos, y en uno de ellos alquila un jugador de futbol, que fue contratado, no se el nombre del equipo de la ciudad, pues no me gusta ese deporte. Pero el tipo de unos 30 años, es moreno casi mulato, tiene unos muslos increíbles, brazos y manos grandes, y un trasero que parece de mujer, total que mis amigas y yo no ha atraído, pero solo hacemos bromas sexuales con este tipo, que llamaré Paul. Yo me he encontrado varias veces en su camino y solo nos saludamos, pero lo he sorprendido viéndome las ponpis y los senos, pues a mi me gusta vestir holgado y moderno. Esa tarde, yo venía de la oficina, subí, pues vivo en el tercer piso de esos apartamentos, y resulta que cuando busqué mi llave, la había dejado adentro, no solo los problemas que tenía con mi marido y ahora esto, maldecí y golpee la puerta varias veces, incluso le di un par de patadas, no fuertes, porque llevaba sandalias. En eso oí que alguien ...
    ... me decía -eyy, qué te pasa?, te puedo ayudar en algo?- yo giré la cabeza y era Paul, alli estaba con un pantalón de mezclilla, era más alto de lo que yo pensaba, yo le llegaba al hombro. Le dije que había dejado las llaves adentro y que la señora que me lavaba la ropa no llegaría hasta dentro de dos o tres horas. Me invitó a ir a su apartamento a esperarla, en otras condiciones, yo no habría aceptado, pero qué más da. Me entró a su apartamento, muy bien arreglado y equipado, me invitó a sentarme en un cómodo sofá, luego alardeó un vino que un amigo suyo le había obsequiado, que costaba no se cuantos dolares la botella y me ofreció un copa de ese vino, acepté y la verdad es que el vino era delicioso, empezamos a charlar, y me preguntó que me había visto acompañada, yo le contesté que si, era mi esposo y que en ese día no estaría. Luego el me habló de futbol, pero yo no entendía muchas cosas, en eso me dijo que era su última semana en la ciudad, porque lo habían "vendido" a otro equipo y que se iría de allí pronto. Resultó ser un tipo educado y atento, la charla fue interesante, pero las copas de vino empezaron a consumirse, yo cuando terminé la tercera copa, me sentía descohibida, liberada y cachonda, alli estaba sola con un tipo atractivo, que me miraba las piernas a cada momento, que se le notaba un paquete inmenso entre las piernas. En eso, creo que por efecto de los vinos, comenzamos a bromear y a cachondear con indirectas, le pregunté que a cuantas chicas había traído a su ...
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