1. La mejor proposición de mi marido. Segunda parte


    Fecha: 21/05/2018, Categorías: Intercambios Confesiones Autor: mariabv, Fuente: CuentoRelatos

    Después de la cita con Alberto nos fuimos mi marido y yo a tomarnos unas cervezas, le pregunté qué fue lo que había sentido viendo las cosas que Alberto me había hecho, qué sintió viendo como un tipo alto, atractivo y tan bien dotado me había estado follando delante de él, Juan me respondió que por un lado se había puesto bastante celoso y que por otro le había resultado tremendamente excitante la situación, me contó que el verme a mí jadeando y gritando mientras tenía esos orgasmos tan grandes le puso a cien, al igual que el comportamiento de putón que tuve mientras le comía la polla a Alberto y mientras me la pasaba entre las tetas, me dijo que, lo que no le gustó tanto fue la forma que tenía al dirigirse a él llamándole cornudo, ni el que Alberto hubiese sido el primer tío en follarme por el culo, ya que él me lo había pedido antes en varias ocasiones y yo siempre me había negado, pero que al final y al cabo, había pesado más la excitación que los celos, y que no le importaría repetir siempre que yo lo deseara. Seguidamente me preguntó él, quiso saber cómo había sido para mí la experiencia, yo le respondí sinceramente, le dije que al principio me dio mucha vergüenza hacerlo delante de él, pero que viéndole la cara y los ojos iluminados por la excitación que aquello le estaba provocando la fui perdiendo, le dije que al fin y al cabo sólo había sido sexo y que prefería que fuese así, le conté que el tío que me había follado sí que era atractivo y sí que tenía una polla ...
    ... fantástica, pero que era un borde que sólo servía para eso, para follar, le dije que tenía ganas de que llegase la tarde y nos quedásemos solos para hacer el amor, que era muy distinto a lo que habíamos hecho antes, pero también le dije que la forma en que Alberto me había follado me había encantado y que estaba dispuesta a cumplir la fantasía de hacerlo con varios hombres a la vez, eso sí, siempre que él quisiese. Esa tarde nos metimos en la cama y volvimos a hacerlo, después de que hubiese pasado una media hora desde que hicimos el amor, tiempo en el que estuvimos todo el tiempo abrazados y besándonos en silencio, Juan volvió a llamar a Alberto preguntándole si había podido contactar con alguno de sus amigos para tener el encuentro que le propuso. Alberto preguntó que hasta con cuantos tíos a la vez estaría yo dispuesta a tener un encuentro sexual, como el teléfono estaba en manos libres y yo lo estaba escuchando todo quise intervenir, hola Alberto ¿de cuántos tíos me hablas que podrían ser?, le pregunté, él me contestó que podían ser uno o dos más y con él hasta tres, o hasta cuatro si también quería participar de forma activa mi marido. Me quedé un rato titubeante y Juan me preguntaba con gestos si quería con todos esos o no, a los cinco segundos Alberto me preguntó qué era lo que yo decidía, entonces le dije que casi prefería ir poco a poco, que prefería que quedase sólo con uno de ellos. Alberto estuvo de acuerdo, “bien, seremos dos, y os aseguro que este amigo mío es muy ...
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