1. Nuestro primer trio 10


    Fecha: 22/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... acertada. Habría resultado muy vergonzoso y desagradable que desde mi interior saliese inoportuna materia fecal. Mientras tanto, Fernandito me sobajeaba las paredes de mi recto que estaban expuestas por el instrumento médico, usando dos deditos los que había humedecido con saliva. Aún mas placer . Mientras estábamos jugando con mis interiores, sentí que desde el " milagroso " velador de Angel, salía el inequívoco sonido de una cadena metálica. No estaba errado, Angel traía en sus manos lo que se veía como un par de metros de cadena de acero con unos eslabones bastante grandes. Era algo así como los que se usa en los carros de arrastre de los camiones pero, muy brillante. Allí me entró el pánico ya que pensé que sería golpeado con ella o algo peor. Amarrado, extendido, vaya a saber uno que se le ocurría a Angel, quien al ver mis ojos desorbitados de pavor, me tranquilizó diciéndome que no haría nada malo ni doloroso. Usaría la cadena como un consolador de dos metros y que cada eslabón me traería oleada tras oleada de placer. Que me dejara llevar tranquilizándome al prometer que al sentir el mínimo dolor no placentero, terminaría de inmediato con ese juego. Allí me tranquilicé algo y lo dejé hacer. Angel untó la cadena con abundante vaselina y pasándosela a Fernandito le dijo que la metiera por entre las pinzas del espéculo eslabón tras eslabón. Cuando comenzó a bajar la cadena, sentí su frío y obviando ese leve inconveniente, comencé a disfrutar como nunca pensé que se ...
    ... pudiera. La cadena se fue perdiendo dentro de mi cuerpo y, sentía como mis intestinos se llenaban de metal. Una vez hubo entrado estimo un metro dentro mio del frio acero, Angel le quitó el control del la cadena a Fernandito y comenzó a retirarla poco a poco. Madre mía que placer mas intenso. Era una sensación indescriptible. Cada eslabón me provocaba oleada tras oleada de placer. Era como sentir cientos de pequeñas pichulas que salían desde adentro mío. Está demás decir que el temor se me había pasado totalmente y me dedique a gozar. Angel me dejo un trozo de la cadena dentro y, volvió a meterla a poco en mis tripitas hasta que me la volvía a tragar tal y como la vez anterior. Como ya se me habían pasado todos los temores, sentí que el metal presionaba mi próstata con lo que la erección de mi pene había llegado al máximo llevándome a nuevas alturas del goce. Sentir el tintineo ronco del metal, sentir el roce de los aceitados eslabones y la apertura de mi ano con el espéculo, mi orgasmo no demoró en llegar y como mi pene me apuntaba directamente a mi rostro me comencé a bañar la cara, la frente, el pelo y los labios de mi sabroso néctar. Allí fue donde Angel exclamó un sonoro BIEEEEN, a la vez que me besaba sin importar toda la leche me me bañaba la carita. Esperé un rato intentando relajarme de la experiencia sexual recién vivida cuando Angel sin haberme retirado la cadena desde mi interior, y mientras le pedía a Fernandito que sujetara nuevamente la cadena , me retiró el espéculo ...