1. Nuestra primera vez compartiendo esposa (2)


    Fecha: 23/05/2018, Categorías: Intercambios Hetero Autor: Sawg73, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos los lectores colentorros. Voy a continuar con las historias de los encuentros, eso sí consentidos, de mi mujer. Ya en el anterior relato les conté nuestro primer encuentro con un chico de unos veinte en un hotel de Barcelona, así que siguiendo la cronología, esto es lo que sucedió. Después de ese primer encuentro, nuestra relación sexual y psicológica alcanzó su máximo exponente, volviéndonos cada vez más colentorros, y compartiendo todas nuestras fantasías. Mi queridísima esposa había hecho contacto con un chico de unos pocos años menos, en ese momento tendríamos nosotros 37 y el unos 34, mucho mejor, porque a diferencia de nuestra primera experiencia, esta relación es más madura. Llamémosle J, nuestro nuevo amigo, se desplazó con un amigo a Tenerife, así que aprovechamos para conocerle en persona. Mi mujer estaba muy nerviosa, quería echarse atrás, no estaba segura de dar el paso, habiendo sido tan puta con el anterior encuentro. No dejaba de decir cosas como: y si no es como yo creo? y bla bla bla... eso iba diciendo en el coche, cuando llegando a la terraza, y de lejos, pudimos verlo... De pronto, la muy puta dice: qué bueno está!! para el coche!!, casi se tira de el, no me daba tiempo a detener el coche… Mira que eres puta y zorra, pensé para mis adentros. Después de calmarla conseguí aparcar, nos dirigimos a la terraza, y allí estaba, un tiarron de esos aragoneses, de 1,90 de estatura, fuerte. Tengo que reconocer que como tío que soy, Guau!! el tío está ...
    ... buenísimo... "Esta es otra perversión mía, que más adelante, mi mujer hizo realidad, pero esto es otra historia". Ahora volvamos con J. Llegamos y nos presentamos, la situación era un poco cortante, yo hablaba más con el que mi propia mujer, sé que esto le molestó un poco, así que ella, intervino, y cogió las riendas de la conversación. Al cabo de un rato, decidimos ir a casa para tomar algo y, bueno lo que pudiera surgir, esta era mi intención, estaba salido como una moto, y si hubiera sido por mí, dejaba que se la tirara en el parking. Pero bueno volvamos desde mis perversiones a la realidad. Hicimos el viaje a casa sin incidencias que destacar. Hablando de lo típico como el viaje, las visitas que había hecho, por nuestra parte... que visitar, lugares por los que pasábamos, etc., etc... Llegamos y nos sentamos en el salón que tenemos en la planta baja de nuestra casa. Al cabo de un rato, y yo con la polla dura, decidí ausentarme un rato con la disculpa de cambiarme. Tarde un huevo en cambiarme, estaba salido como nunca. Me acerqué a las escaleras, que tienen una cristalera enorme, donde se refleja toda la sala. Desde un reflejo, y por los sonidos que emitían, podía ver como se morreaban, no sé cómo llegaron a ello, pero ahí estaban los dos intercambiando besos. Decidí bajar un poco las escaleras, y entonces pude ver como él estaba de espaldas a mí, mientras mi mujer se había sentado sobre él, de frente, se estaban estregando sus partes a través de la ropa. La cosa se iba ...
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