MI VECINA LORETA 1 - Relatos Eróticos

MI VECINA LORETA 1

... bien como Loreta, se ofreció para que me quedara en su casa cuando mi madre trabajase de noche y en las guardias de mi madre en el hospital, claro está mi madre estaba encantada con la idea, pero a mí, me parecía que me trataban con a un bebe que necesita niñera, pero yo tenía las de perder mi madre siempre tendría la última palabra sobre el tema. Al día siguiente de la discusión entre mi madre y yo me encontré con Loreta en el portal. L: Hola, Miguelito. M: Hola. L: Ven un minuto a mi casa que quiero que hablemos, el portal no es lugar para que tratemos lo que debemos hablar� Subimos los dos en el ascensor hablando del colegio y de tonterías, llegamos a su piso entramos y me pregunto. L: Miguelito, ¿Por qué no quieres venir a mi casa cuando Ana tenga turno de noche o guardias? M: No, soy un bebe que necesita niñera, me las se arreglar bien yo solo. L: Claro que no eres un bebe eres casi un hombre y yo no soy una niñera corazón, pero debes entender que cuando eres madre tu prioridad por encima de la de una misma son tus hijos y son una constante preocupación tengan la edad que tengan. M: Si mama se preocupa siempre por todo eso es verdad. L: Además corazón Ana trabaja en el servicio de urgencias y sé muy bien que en ocasiones puede ser un servicio muy estresante y en el que tienes que poner los 5 sentidos en lo que haces porque si cometes un error las consecuencias pueden ser muy grabes M: Si lo sé muy bien. L: Además si te quedas en mi casa te tratare como a un rey te hare ...

... lo que más te guste para cenar y tendrás todo lo quieras soy una gran anfitriona y además me harás compañía no estaré tan sola. M: No es eso, yo solo quiero que mama vea que ya soy mayor� L: Hay corazón ven conmigo. Loreta me tomo de la mano y me llevo a su dormitorio, se paró frente mío y me dio un el primer beso con lengua de mi vida y me quede como en el limbo. Loreta sin parar se separó unos pasos de mí y comenzó a desabrochar los botones de la blusa roja sin mangas que llevaba puesta dejándola caer al suelo y para mi sorpresa debajo llevaba puesto el sujetador con el que me habían pillado días atrás, color granate intenso con encajes que comprimía y resalta de forma generosa aquellas dos inmensas tetas blancas como la nieve, en las que mis ojos se clavaron como hipnotizado. L: ¿Lo recuerdas? M: Siiiiiiii. L:¿A que me queda mejor puesto que colgado en el tendal?. M: Siiiiii¡ claro que sí. Loreta, cogió con sus dos manos mi cabeza y la empotro contra sus pechos. L: Bésalos, Bésalos, Bésalos, corazón. Obediente hice lo que se me ordeno y comencé a besarlos como un poseso, mientras Loreta comenzaba a emitir leves y casi imperceptibles gemidos de placer a la vez que mi polla se comenzaba a poner dura como nunca lo había estado antes, de repente Loreta se paró saco mi cabeza de entre sus tetazas y con jadeante y entre cortada voz dijo:. L: ¿Te ha gustado?. M:Siiiiiiiiiiiii sabes que sí. L: Pues si quieres mas mucho más ya sabes lo que debes hacer M:Siiiiiiiiiiiii. Me volvió a ...