1. Un matrimonio diferente - segunda parte


    Fecha: 26/05/2018, Categorías: Sexo en Grupo Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... consecuencia sano.Crispín, incluso, fue dejando su faceta más machista y posesiva:—¿Qué te parecen mis primos? —le preguntó una ocasión a su Señora.—¿Cuáles? —le inquirió ella a su vez.—Mario yArturo; los conocistes en la boda... ¿no te acuerdas?En pocos días, Enaida estaba a punto de ser empalada por ambos jóvenes morenos.Uno por arriba, le apuntaba su estaca de pura carne maciza justo hacia su ano, mientras que el más joven estaba bajo ella dispuesto a entrar a su vagina.Enaida, con el rostro más bello que jamás antes le había mirado su marido, levantó su mirada y le dijo:—Gracias... mil gracias amor.Crispín quien estaba sentado en la cama, justo frente a ella le sonrió en respuesta. Y no es que no sintiera nada al ver que su mujer daba placer a otros, pero era más grande su satisfacción de verla así de feliz que sus celos de hombre.Crispín tomó uno de los senos de su mujer; de su amada; al mismo tiempo que sus primos la empalaban.Pasaron los días; los meses y el matrimonio siguió gozando, hasta que un día.—Crispo, tengo algo que decirte —le dijo, al regreso de su último viaje—. ...
    ... Estoy encinta.Ambos permanecían en silencio, minutos más tarde, sentados en torno a la pequeña mesa de la cocina.—¿Así que no estás segura? —le inquirió su marido.—No... la verdad, no. Ya ves que lo he estado haciendo contigo, pero también están tus primos y ese talTomás que me presentaste hace un mes. Y ya ves que tú insististe en que no usáramos condón.La expresión en el rostro de Crispín estaba colmada de preocupación. Sólo la angustia en la cara de Enaida le rivalizaba.De repente...—No importa... no me importa nada... —dijo Crispín muy serio.A Enaida se le escaparon un par de lágrimas sintiendo el peor vacío.—...sea como sea este hijo es mío. Es nuestro —completó por fin.Las manos de Crispín cobijaron las de su esposa y fue así como le brindó seguridad y respaldó sus palabras.Ahora Enaida lloró de felicidad. Sintió tal alegría al sentirse respaldada de su amado esposo que ya nada temía.Al final de ese día, hembra y hombre, marido y mujer, hicieron el amor como nunca antes, sabiéndose enteramente completos. Pues amándose en esa cama, los que allí estaban, eran ya una familia.FIN 
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