1. Mi mujer, su prima y yo


    Fecha: 26/05/2018, Categorías: Incesto Lesbianas Autor: Juan Favio, Fuente: CuentoRelatos

    Hola amigos, en esta ocasión les voy a relatar esta locura de deseos una fantasía que se me hizo realidad gracias a la guarra de mi mujer, y que sentía desde hace tiempo con la prima de mi mujer, ella es Luciana la prima menor de mi esposa, ella tiene 18 años, pero si ustedes la vieran no aparenta la edad que tiene, ya que ella es alta con caderas anchas senos pequeños, como las de mi mujer con unas piernas largas y muy bien torneadas ya que ella le gusta el voleibol con un culo delicioso, con carnecita para devorársela y de carita linda e inocente, tanto mi mujer como ella son de estatura más de lo normal para una mujer. Ya desde hace tiempo con el pasar de los años, ya la deje de ver como una niña ya que por las proporciones que tiene hace que la vea como un mujeron para la edad que tiene, su mama o sea la tía de mi esposa, siempre se viste muy sensual con vestidos pequeños con shorsitos muy pequeños que hace que se le salga esas nalguitas tan divinas que tiene, eso me pone aún más cachondo al verla, al verla vestida así con ropa bien ceñida a su cuerpo cuando le veía su lindo culito me daba cuenta de que utilizaba calzoncitos diminutos, un fin de semana llegaron los tíos de mi mujer con ella, Lucianita, que llego con un vestidito casi transparente y con una tanguita roja y la muy condenada andaba sin brasier, y eso hacía que se le notara sus pequeños pezoncitos marroncitos, era una diosa, se me caía la baba de verla así tan sexy, a lo que mi mujer que es una cachonda ...
    ... se dio cuenta y me dice al oído... —te quedaste con la boca abierta no??? A lo que yo solo atine a sonreír. Ellos llegaron a pasar parte del día con nosotros ya que en la noche tenían un compromiso y quería que Lucianita se quedara a dormir con mi hija. En ese momento se me vino de como tener ese cuerpo de mujer conmigo. Y así llego la noche y los tíos de mi mujer se fueron. Mi mujer se daba cuenta de lo que tenía en mente, mi mujer se puso hacer la cena para nuestra huésped, y así llego la hora de la cena, después de haber terminado de cenar nos pusimos a platicar un poco, viendo que la prima de mi mujer la veía un poco fastidiada le dijo que se vaya a poner cómoda, que se dé un baño y se pusiera su pijama y que después bajase un rato más para seguir platicando, y así lo hizo. Al poco tiempo baja la diosa de mis ojos con un pijama de seda muy cortito que no dejaba nada a la imaginación. Al verla así ya no podía disimular, ya que con la mirada me la devoraba entera, mi mujer al verla vestida así, le dijo: —ummm Lucianita sí que estas hecha toda una mujer —la tomo de la mano y le dio una vueltecita para que pudiera deleitarme con su prima... Mi mujer le dice —mira como dejaste a mi marido... Botando baba. A lo que ella se sonroja y me da una sonrisa muy tímida... Y así seguimos platicando un rato más. Mi mujer dándose cuenta propone tomarnos un vino, a lo que ella dice que nunca había tomado y que no quería que sus papas se molestaran con ella y mi mujer le responde: —Vamos ...
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