1. Vestida como una zorra


    Fecha: 28/05/2018, Categorías: Sexo Oral Autor: Khimaira, Fuente: CuentoRelatos

    ... recorrió la espalda y me arrepentí de haberme quitado el tanga, necesitaba sentir algo entre las piernas… Le observé con detenimiento. Era algo más alto que yo, moreno y delgado, de ojos oscuros… pensé que era muy guapo, justo mi tipo. Seguí avanzando hasta dejarle a mi espalda y giré en la siguiente calle para continuar mi camino y volver a casa. Caminaba contoneándome, coqueta, segura de que me miraba. En ese momento sentí unos pasos. Era él, había cruzado y me estaba siguiendo… No lo podía creer, ¡la que había armado! Decidí detenerme en un escaparate para ver si el chico pasaba de largo. Pero no lo hacía… los pasos también se habían detenido y yo no me atrevía a mirar atrás; así que me quedé curioseando la tienda. Era un pastelería, que irónico, montones de chocolate negro, el que a mí me gusta, y en ese momento lo único que me apetecía era leche, su leche. La excitación volvió a jugarme una mala pasada y no pude evitar intentar provocarle. Sabía que tenía los ojos clavados en mi así que fingí prestar atención a los dulces y me incliné hacia delante dejando que mi ya de por sí corta falda se subiese unos centímetros más. De nuevo me recorrió un escalofrío, ¿habría notado el desconocido que no llevaba ropa interior? Oí un ruido, se acercaba. Me puse nerviosa y retomé mi camino pero en la siguiente calle se habían fundido las luces, ¿qué hacer? Me metí de lleno en la boca del lobo y le dije adiós a mi sentido común. No podía pensar con claridad, sólo veía su polla y sólo ...
    ... me apetecía comerla. No había nadie más a parte de nosotros dos y estaba demasiado oscuro para que pudiesen vernos, el morbo pudo conmigo. Quería que se acercase más a mí. Me detuve fingiendo que buscaba las llaves de casa y con los nervios se me cayeron al suelo. Me agaché para buscarlas y al girarme le vi, parado a sólo unos pasos de mí. Le miré mientras tanteaba el suelo con las manos, no conseguía ver su expresión pero me imaginaba la mía, anhelante, suplicante… Seguía parado frente a mí, ¿qué hacía?, ¿por qué no venía? No pude contenerme más y recorrí el espacio que nos separaba. Entonces me di cuenta, tenía la mano dentro de sus pantalones y no paraba de moverla. Quería irme, había llegado demasiado lejos y la tontería se me estaba escapando de las manos pero estaba paralizada por la excitación. - ¿Estás buscando algo? -Su voz me devolvió a la realidad. - Yo… no… ya me iba. -Me di la vuelta rápidamente, para huir. - Yo creo que buscas algo. ¿No será esto? Otro error, miré. Imposible apartar la vista de la polla que sobresalía de su pantalón. Se me hacía la boca agua y el coño… Me estaba derritiendo, literalmente. El chico me observaba, retándome con la mirada. - Sé que es esto lo que buscas, no intentes engañarme. Me moría por lamerle, lo necesitaba. - Ven aquí. Fueron sólo dos palabras; y lo desencadenaron todo. Me acerqué evitando mirarle, estaba tan cerca que podía sentir su respiración contra mi cara, su polla contra mi vientre, así que olvidando el sentido común le ...