1. El profesor de italiano


    Fecha: 30/05/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Paula es una adolescente de 15 años, vive en Madrid y tiene el poder de mover objetos con la mente, ya que este relato es extensión de otra historia. Es de estatura media, pelo castaño claro, ojos verdes y buen cuerpo, y estudia italiano en una academia, donde conoce a Martín, su profesor. Entré por la puerta de la clase y mis compañeros se me quedaron mirando durante varios segundos que parecían no tener fin, llegaba diez minutos tarde. Lo que vi inmediatamente después fue el profesor sentado en una esquina de su mesa explicando los verbos irregulares del italiano. - Pasa Paula, ¿por que has llegado tan tarde? - Lo siento, es que tuve que ir en coche porque estaba lloviendo y había bastante tráfico. Me dirigí hacia mi mesa y me senté al lado de Charlotte, la mejor amiga que tenía en la academia de italiano. - ¿Que te crees que no me he dado cuenta? - ¿De que hablas, Charlotte? - De como te ruborizaste mientras hablabas con Martín. - ¡No digas tonterías! - Tía, estás roja otra vez. Me estaba poniendo tan nerviosa que sin darme cuenta tiré los bolígrafos que tenía encima de la mesa al suelo. - Ya lo cojo yo. - dice Charlotte. - Gracias. - Volviendo a lo de antes, no me irás a negar que está buenísimo. . . - ¡Cállate nos va a escuchar! Martín nos mandó hacer unos ejercicios y me dispuse a ello, aunque me costaba concentrarme estando a unos metros de Martín, no podía dejar de mirarlo. Tenía como unos veintiseis o veintisiete años, era entre castaño claro y rubio y medía algo ...
    ... más de metro ochenta. Era el hombre más atractivo que había visto en mi vida, más de una noche he soñado con estar debajo de él rodeada por sus robustos brazos y sintiendo sus brutales acometidas. Sin darme cuenta sonó el timbre y se acabó la clase. Martín se había olvidado de que ya tenía corregidos los primeros exámenes del curso, y ya no daba tiempo a repartirlos, así que se dispuso a decir la nota de cada uno. - María, tienes un seis, Javier, un cuatro y medio, Alejandro, un siete, Charlotte, un ocho, muy bien, Rebeca, un cinco, Alicia, un seis, Mario, un cinco y medio, Daniel, un siete, Juan, un tres, Lucía, un ocho, sigues mejorando, Sandra, un seis, Patricia, otro seis, y por último Paula, tienes un diez, enhorabuena. No quiero pensar la sonrisa tonta que se me tuvo que poner cuando Martín me dio la enhorabuena. - Ya está chicos, podéis salir. Paula tu quédate, quiero hablar contigo. Iban saliendo todos los alumnos, la última fue Charlotte, quien me guiñó un ojo al salir por la puerta. - Paula, he visto que desde el primer día sabes mucho más que tus compañeros de italiano, y a la vista de tus resultados, deberías considerar matricularte en un curso con más nivel. . . -Martín continuó soltandome un sermón que yo no escuchaba porque mis cinco sentidos estaban ocupados en contemplar de arriba a abajo el cuerpo que tenía delante. - Estaba tan distraída imaginando lo que podría suceder si estuviesemos en un lugar más íntimo que sin darme la cuenta le bajé la cremallera del ...
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