1. La reeducación de Areana (20)


    Fecha: 27/09/2017, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... humillada, tratada como la peor mierda, como un ser despreciable, como una basura que servía sólo para diversión de los demás, de su Ama Amalia, de Milena, de las visitas de cada tarde, de Lucía, Rocío y Guadalupe. Necesitaba que la profesora no la considerara una indisciplinada a la que había que domar, sino lo que ella era, una esclava, y entonces dijo, con tono implorante: -Señora, por favor, créame… Yo ya no soy lo que la directora y la vice y usted piensan, yo… yo soy… yo soy… soy muy obediente, señora… ¡totalmente obediente!, me… me gusta obedecer… me siento bien obedeciendo… ¡Puede comprobarlo, profesora!... Areana se había ido excitando cada vez más a medida que al hablar se iba encontrando con su esencia de esclava, con su ser más auténtico, y respirando fuerte por la boca siguió entre jadeos: -Pídame lo que quiera, señora… ¡Ordéneme lo que quiera!... A usted le gustan las alumnas obedientes y… y por eso me tiene acá para… para castigarme por haber llegado tarde a la clase… Castígueme, profesora… -pidió Areana con tono suplicante… -Me lo merezco… La Godínez estaba totalmente asombrada y a la vez algo confusa por lo que acababa de escuchar. Siempre que castigaba a una alumna la chica se empeñaba en jurar que no lo haría más y que por favor no la azotara, pero Areana se comportaba de una manera absolutamente distinta, Pensó un momento para tratar de ordenar su confusión o, cuanto menos, de ocultarla a la percepción de la alumna, y finalmente dijo tomando la regla y ...
    ... empuñándola con fuerza: -Ya vamos a ver qué tan obediente es, Kauffman. Ahora voy a castigarla por haber entrado a clase diez minutos tarde como si fuera un cumpleaños al que usted puede llegar a la hora que se le antoje. Ante la inminencia del primer azote Areana se erizó entera y apenas pudo dominar un temblor que amenazaba con sacudirla de pies a cabeza. A sus espaldas, a la izquierda de su expuesta grupa, la profesora alzó el brazo y descargó el golpe en el lugar elegido: la nalga derecha y de inmediato lanzó un segundo reglazo en el mismo lugar, con lo cual logró el propósito de hacer aún más intenso el dolor agudo que experimentó la niña y que la atormentó en toda su duración, puesto que la Godínez hizo una pausa precisamente con ese objetivo. Después golpeó en la nalga izquierda pero esta vez no hubo pausa alguna sino una serie de quince fuertes reglazos uno detrás del otro y que restallaban sobre la carne estremecida mientras Areana transformaba su jadeo inicial en gemidos y finalmente en exclamaciones de dolor. A medida que su culo iba coloreándose más y más crecía el apasionamiento con que la profesora llevaba a cabo su tarea disciplinante y esto se reflejaba en su respiración, en el rojo de sus mejillas y en el brillo intenso de sus ojos clavados en ese delicioso culito que tenía totalmente a su disposición. “Lindos muslos”, se dijo y le ordenó a Areana que separara las piernas. -Más, más abiertas. –exigió y cuando tuvo a la niña con los pies bien separados continuó ...
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