1. Obedezco, así soy feliz (II)


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster

    Mi sumisión ha avanzado mucho, piensas que ya estoy lista para ser entregada a otros Amos y Amas, y me has asegurado que lo harás. Lo he aceptado, lo único que espero es no dejar en mal lugar a mi Amo, espero que puedas sentirte orgulloso de tu esclava.Ayer me dijiste que hoy sería un día especial para nosotros, sobre todo para mí. Que algo importante ocurriría y se convertiría en un bonito e imborrable recuerdo para el resto de mi vida. No hago preguntas, me limito a cumplir con tus demandas con precisión.Esta mañana me he levantado temprano, he querido preparar mi cuerpo con calma, con la calma que sé que sólo es una ilusión, que tras ella se desatará una tormenta. Yo estaré en el centro de la tormenta por ti, tú manejarás la tormenta para mi. He lustrado mi piel hasta eliminar todo rastro de vello, siempre te ha gustado la suavidad de mi piel. Me he vestido como me has pedido: medias a medio muslo sujetas a un corsé que sustenta mis pechos sin taparlos, botas con un tacón que realza mis piernas (si, a mis 48 años sigo teniendo unas bonitas piernas) y el traje de chaqueta que tanto te gusta, ese cuya falda sólo llega a medio muslo y no llega a tapar la blonda de las medias. Todo negro. Mi piel parece mas blanca vestida de esta forma. La única nota de color está en mis labios, rojos, de un rojo brillante e intenso pero que resulta pálido comparado con mi pasión por ti.El taxi ha llegado. Me subo atrás y doy la dirección. Conduce una mujer de unos 40 años. Tiene un perfil ...
    ... bonito y una voz dulce, aunque sólo puedo ver con claridad su ojos a través del retrovisor. Me sitúo en el centro del asiento trasero y separo las piernas. Es lo que me has ordenado. Nos internamos en la vorágine del tráfico de la ciudad. En cada parada veo que la mujer me mira por el espejo, al principio, como alguien acostumbrado a todo. Pero sus miradas van cambiando. Primero su mirada estudia mis ojos, pero poco a poco su mirada se pierde en las interioridades de mi piel que expongo ante ella. Puedo ver deseo en su mirada. Salimos de la ciudad con dirección a la urbanización en la que tienes tus dominios. El tráfico empieza a escasear. Al fin llegamos a la puerta de tu finca. Pago y con la vuelta me da una nota. Lleva su número de teléfono anotado. Me sonríe con timidez. Me incorporo un poco, pongo mi mano en su mejilla y la beso. Algo de mi carmín ha quedado sobre sus labios. Le devuelvo la sonrisa, guardo la nota, se que te gustará este detalle, y me bajo ante el portón de la finca. Al fin voy a conocer los territorios sobre los que ejerces poder absoluto. Yo siempre me he considerado también parte de esos territorios. Me adentro en la finca. El chalet está al fondo. guarecido por una fila de árboles. Llamo a la puerta. Estoy nerviosa. Se que va a ser una gran prueba y no debo defraudarte. Mi corazón late acelerado. Al fin abres.- Hola Carmen, estás preciosa - me dices con una sonrisa.Tu sonrisa me embauca, mis nervios desaparecen, ya sólo soy tu instrumento. Me colocas un ...
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